DEPORTE FEMENINO

Lara González: Corazón de «Guerrera»

La balonmanista alicantina jugará en Hungría con el Siofok tras el éxito en el Metz durante las últimas tres campañas; experiencia para la lateral de la Selección española

Lara González: Corazón de «Guerrera» JUAN CARLOS SOLER

RAÚL COSÍN

Fusiona lo intenso y granítico de su juego poderoso y siempre firme en la pista, resistente a la presión, con la frescura y lo sonriente de su discurso en la distancia corta y lo brillante de una mirada que traslada palabras agarradas con fuerza al balonmano . Indudables son sus cualidades ligadas al talento y a la garra para haberse ganado, pese a su tierna edad, un espacio afianzado entre las «Guerreras» , que tanto tiempo llevan escribiendo mágicos capítulos para el balonmano femenino español. Lara González Ortega (Santa Pola, Alicante, 22/2/1992), una fija de las categorías inferiores de la selección, recibió la llamada de Jorge Dueñas dos años atrás para ser una de las elegidas. Entró para no salir y se vistió de plata continental en el Europeo de Croacia y Hungría . Ahora, registra en el horizonte el próximo Mundial . Una puerta hacia los Juegos de Río . Seguramente allí estarán en 2016. Pero mientras, Lara, vivirá, tras tres años en el Metz francés , el inicio de una aventura en Hungría con el Siofok .

Comenzó en el balonmano con once años . Una niña muy deportista que desde edad tierna ya llevaba en su mochila la gimnasia deportiva -«cuando empecé a jugar a balonmano corría de puntillas, saltaba y levantaba la pierna por la gimnasia»- y el tenis. Su hermana mayor ya jugaba a balonmano y Lara y sus amigas iban a verla. No fue extraño que se decantase por esa disciplina, que empezó como juego, de hecho «nunca ha dejado de serlo, porque disfruto muchísimo», cuenta, pero que acabó por ser «mi profesión y lo que ha dado forma a mi estilo de vida» .

Una llamada increíble

Lo suyo arrancó en el Santa Pola. Cuatro años entre infantil y cadete: «Guardo muy buenos recuerdos de esos años. Jugaba con las amigas y me divertía. Y sin darme cuenta iban llegando cosas. Jugabas torneos de sector para ir a los campeonatos de España. Luego, te llama la selección valenciana. Y más tarde la española en categoría promesas. Iba dando pequeños pasitos». Lara pasó dos años en el centro de tecnificación de Cheste y entonces la captó José Aldeguer , una figura clave en su carrera. Se llevó a la lateral izquierdo de Santa Pola y a África Sempere al Elche para jugar en la máxima categoría . «Ha sido muy importante para mí. Cuando tenía 16 años pensó en mí, me quiso entrenar y me descubrió el balonmano y me dio la oportunidad de jugar en ABF. En Elche pasé cuatro años muy buenos» , subraya.

Una excelente cuarta campaña con los ilicitanos y con la selección junior fue definitivo para que llegase el momento de una experiencia en Francia: «Estaba en la playa con los compañeros de la Universidad - estudia el grado de CAFD por la Universidad Miguel Hernández - cuando me llamaron por teléfono. Era el presidente del Metz. Me explicó que me querían fichar , que estaban interesados en mí. No lo tenía nada claro al principio. Tenía 19 años y me no veía preparada para ir».

El Metz invitó a Lara y sus padres un fin de semana para conocer el club, las instalaciones y aquello que le ofrecían. «Creo que si no hubiese ido seguramente no hubiese decidido irme. No podía imaginarme lo que vi . Las instalaciones con un pabellón para cinco mil personas, la estructura de club es completamente diferente a lo que se ve en España. Me explicaron que entrenaban mañana y tarde con un staff técnico con entrenador, su segundo, preparador de porteras, preparador físico, cómo grababan entrenamientos y partidos, cómo trabajaban, dónde vivían las chicas, cómo trabajaban en marketing…», explica.

Superada la fase de adaptación, al tiempo que aprendía el idioma, y encajaba en un estilo de juego más físico, Lara pasó tres campañas amasando en su palmarés con dos ligas y dos copas francesas y una Copa de la Liga de Francia, además del subcampeonato EHF en su primera campaña y dos participaciones en Champions -«haber jugado la Copa de Europa es un sueño hecho realidad que ojalá pueda repetir»-. De Francia se lleva «tres años magníficos y el mote del ‘toro de España’».

Hacia el Mundial y Río

Ahora, Lara, integrante del equipo del Proyecto FER -«es un orgullo estar en esta iniciativa; sientes el reconocimiento de lo que estás haciendo»-, cambia de aires. Ha firmado por el Handball Siofok de la potente liga húngara donde ruge el Gyor. Una nueva experiencia para seguir creciendo y afianzándose en la selección española, que busca el próximo diciembre el Mundial. «La clave de la selección está en la calidad del grupo humano que forman las jugadoras y el cuerpo técnico. Desde que llegué, siendo la más pequeña, siempre me han arropado y ayudado . Es un privilegio poder formar parte de ese grupo», subraya. Una conjugación de garra y calidad que busca los Juegos de Río de Janeiro.

Lara guarda sueños con la selección y también para su nueva experiencia fuera de casa en Hungría. Lamenta la difícil situación por la que pasa la liga española y el hecho de que el esfuerzo de las jugadoras no tenga la merecida recompensa coyuntural, aunque «me consta que se están tomando medidas» para que mejore. La alicantina, enamorada de su tierra, significa que «no descarto en ningún momento, y de hecho me encantaría, volver a jugar en España» .

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