Víctor rescata un punto para el Levante ante el Español

La angustia agarra al Levante. Una jornada menos y una oportunidad semiperdida -sumar, aunque de uno, siempre es sumar- en la visita del Español, cómodo ya en lo que resta de esta Liga, resuelta con empate. Pareció que se quedaba sin meter nada en el zurrón el conjunto local, aturdido con el 1-2 que firmó Caicedo antes del descanso. Pero a tres minutos del final, Víctor, al menos, recató un importante punto.

Rompió Felipe Caicedo un primer tiempo barnizado de igualdad, de alternancia, de mayor robustez y seriedad defensiva que de clarividencia en ataque en el Ciudad de Valencia. No es que no hubiese juego ofensivo, sino que fue más rotundo el cierre de filas. Ya en tiempo añadido antes de alcanzar el descanso, se asoció la picardía de Sergio García con la habilidad de Víctor Álvarez para que éste asistiera a Caicedo. Potente y de primeras batió a Mariño. Ventaja para el Español en un acto que dejó tres goles.

Hizo buen trabajo el Levante en su estadio. Intercambió momentos de gobierno del juego con los visitantes. Pero recibió un latigazo, de esos que se tildan de golpeo a la moral del equipo. Sería un contrariar a los azulgranas en la reanudación o una forma de espolearlos. Antes sucedió que ambos conjuntos se mostraron serios y solventes en lo defensivo, pese a los goles, que fueron de notable factura.

Remachó Lucas Vázquez un rechace de Mariño tras un chut duro desde fuera del área de Víctor Sánchez para dar ventaja a los españolistas. Pero el conjunto de Alcaraz reaccionó rápido logrando empatar vía saque de esquina con un remate de cabeza poderoso de Simao Mate sin haber alcanzado la primera media hora de encuentro.

Y regresó el Levante con buenas intenciones en la búsqueda por recuperar la igualdad en el marcador. El ímpetu local no duró mucho. Casi un espejismo. El Español ajustó su estructura y comenzó a competir con más comodidad. Llegaban los visitantes con peligro -encontraron estos a un buen Mariño bajo palos-, mientras a los de Alcaraz se les atragantaba la proyección de su juego mirando hacia la portería de Casilla. Y eso que Barral no dio por perdido ni un solo balón y buscó empastar con Uche y Rubén. Precisamente fue el bravo delantero gaditano quien resolvió una contra con un derechazo fiero que llegó a rozar el guardameta blanquiazul antes de estamparse en el larguero.

El parroquiano local, por momentos, veía contrariado a su equipo. Algo más pedía. Las urgencias obviamente eran para los azulgrana. Y hubo paciencia. A tres minutos del final, Víctor Casadesús remató para empatar. Salvó luego Casilla, evitando el triunfo de los locales, que reaccionaron tarde.