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Se abrió la veda

«La izquierda extrema después vende toda su política mediática de pancarta y juzgados que realizan como oposición»

guillem bertomeu

Empezamos las semanas de comidas navideñas, del gordo de la lotería, de los deseos de año nuevo y, cómo no, de muchos propósitos de enmienda para el año que entra. Un año que se prevé movidito políticamente hablando. Ya se ha abierto la veda y todos los partidos, los más progres y molones incluidos, están recibiendo leña al mono por parte de los medios de comunicación.

Al “Mesías” Iglesias ya le están destapando poco a poco todos los chanchullos y negocietes populistas que tenía montados entre las distintas dictaduras más famosas (Venezuela, Irán...). Todo con mucha indignación naif que ya no engaña a nadie y huyendo de los medios de comunicación que le han levantado la fama. Su número dos Errejón y su beca-jeta con la Universidad de Málaga, que ya ha puesto el grito en el cielo y lo ha suspendido de empleo y sueldo, y para poner la guinda de la “indignación” a la novia del primero la van salpicando, día a día, sus negocios en “B” a través de la Izquierda Unida madrileña. Una buena somanta de palos mediáticos al progresismo populista que reparte moralina barata y lecciones de ética al resto.

Mientras, la Izquierda Unida valenciana y Compromís se oponían a que el único centro público de empleo para discapacitados de la Comunitat fuera viable, como bien adelantó este diario el pasado jueves. Centro que da trabajo a más de 90 personas y salió adelante gracias a los votos de populares y socialistas. La izquierda extrema después vende toda su política mediática de pancarta y juzgados que realizan como oposición abanderándose como los adalides de la política social.

Seguimos este cuento prenavideño con otra broma, y aún no es el día de los inocentes señores. ERC nos dejo atónitos, por su atrevimiento, promoviendo una «República del País Valencià» en paralelo a la secesión catalana . La sucursal valenciana de Esquerra, que sostiene menos de 4.000 votos en la Comunitat, mantiene la tesis de que la sociedad valenciana tiene una «voluntad de cambio». Mi pregunta es: ¿De dónde sacan ellos tal suposición? Misterios de la vida, o ese increible poder del nacionalismo progresista de hablar siempre en nombre de todos , como poseedores de la verdad suprema. Amén.

No podíamos acabar este sainete sin comentar las tensiones internas sindicales en la UGT de la Comunitat, donde su secretario general, Conrado Hernández, presentó su renuncia al cargo por el “desgaste” sufrido . Bon vent i barca nova…..

Se abrió la veda

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