entrevista al presidente de la generalitat

Alberto Fabra: «En el futuro habrá que gobernar sin mayoría absoluta; y eso no es malo»

Convencido de que logrará este año la compensación del Estado por la mala financiación, asegura que «no ha quedado ni una factura en el cajón»

Alberto Fabra: «En el futuro habrá que gobernar sin mayoría absoluta; y eso no es malo» rober solsona

david martínez/manuel conejos

La llegada atípica de Alberto Fabra a la Presidencia de la Generalitat también dio paso a un legislatura inusual. Las deudas, la punzante crisis económica y el desencanto social le han obligado a actuar con contundencia, aunque ahora se muestra confiado en que la Comunidad está saliendo del túnel.

-¿Qué decisiones le ha costado más tomar durante su mandato?

-Ha habido que tomar muchas decisiones complicadas. Hemos tenido que reducir, con dolor, el sector público empresarial (el 35% de toda España), y con un esfuerzo adicional de reducir el déficit en más de 2.000 millones de euros. Ha sido un ejercicio de austeridad y con decisiones traumáticas como el cierre de Radiotelevisión Valenciana. Era necesario adoptar todas esas medidas para poner a la Comunidad en disposición de crecer otra vez.

-La oposición afirma que, si gana, reabrirá RTVV ¿Qué hará usted?

-La oposición quería cerrar RTVV y nosotros intentamos reducir su coste con un ERE al que se opusieron. Cuando se produjo un fallo de nulidad, fue cuando quisieron negociar. Fuimos consecuentes porque no podíamos mantener 140 millones de euros de coste anual. Son otros los que han de dar explicaciones. Estamos en conversaciones con RTVE para ofrecer más información de la Comunidad, donde deberían tener prioridad las productoras valencianas.

-¿Cree que había otra forma de afrontar la legislatura?

-No. El esfuerzo lo hemos hecho todas las Administraciones, las familias y las empresas. El Gobierno se encontró un desfase de 90.000 millones de euros que lastraba nuestra credibilidad internacional. Había que generar estabilidad y ajustar los gastos a los ingresos para mantener la calidad de la prestación de servicios básicos.

-¿Se ha rebajado la tensión con los empresarios por no haber podido reunirse con el ministro de Hacienda?

-Somos una de las locomotoras de España, y es lógico que los empresarios demanden inversiones. Aquí ha habido una infrafinanciación por culpa de un modelo que aprobaron los socialistas en 2009 y el Gobierno actual lo ha tenido muy difícil para poder cambiarlo porque España estaba en el furgón de cola de Europa. Ahora somos los que más crecemos, pero ese esfuerzo ha impedido que se modifique el modelo. El Gobierno nos ha dado instrumentos para solventar los problemas de liquidez, 20.000 millones de euros para convertir nuestra deuda comercial en financiera y pagar a nuestros proveedores. La rebaja de los tipos de interés del FLA también ha supuesto un ahorro de 1.486 millones de euros. En un escenario de crecimiento como el que se presenta -en 2015 seremos la segunda Autonomía que más crezca por detrás de Madrid- se podrá abordar esa reforma.

-¿Y mientras, siguen negociando un mecanismo de compensación?

-Por supuesto. En la Comunidad se da una situación distinta al resto, porque el sistema de financiación debe cubrir los servicios básicos y aquí eso no sucede. Tenemos un desfase de mil millones de euros. Ese déficit social se ha de cubrir con más ingresos. Estoy convencido de que ese mecanismo se obtendrá este año. Necesitaremos menos de mil millones, por los ahorros que han supuesto la rebaja de los tipos de interés y el aplazamiento del pago de las declaraciones negativas.

-¿Enmendará los Presupuestos Generales del Estado?

-Hay que entender que Fomento partía con una deuda de 40.000 millones de euros que dejó el PSOE. Rajoy se encontró una caja vacía y deudas que han lastrado el futuro de España por una mala gestión y una gran irresponsabilidad. Eso tienen que saberlo los ciudadanos, porque el PP está poniendo otra vez en marcha este país. Cuestiones básicas como el Corredor Mediterráneo se mantienen como gran obra de futuro para la Comunidad.

-¿Cómo potenciará los puntos fuertes de la economía valenciana?

-Los mayores éxitos en los sectores productivos han venido de la mano de la innovación y la investigación. Nuestras políticas van dirigidas a dar cobertura a los emprendedores en la creación de empresas o a consolidarlas.

-¿Hay un cambio de ciclo real?

-Sí, es estructural y está consolidado, la recesión ya ha pasado. Ahora hablamos de generar 200.000 empleos hasta 2016. No me gusta comprometer cifras, pero el dato es real porque con un crecimiento del 1,3% creamos 50.000 trabajos, y en 2015 creceremos el 2,4%. Es una previsión prudente. Había quien pensaba que salir de la crisis era atravesar una puerta, pero el proceso es largo porque había que romper muchos desequilibrios.

-¿Sacó usted todas las facturas del cajón?

-Había que hacerlo. Puedo asegurar que no queda ni una factura en el cajón. El Ministerio siempre ha sido conocedor de lo que hacíamos cuando presentábamos las facturas para el pago a proveedores que nos ha permitido pagar 20.000 millones de euros en tres años. Todavía tenemos que ponernos al día en subvenciones, convenios... Hay que dejar a cero esa deuda.

-¿Otras comunidades, desde las que se ha criticado a la valenciana, sacaron sus facturas?

-Bastante tengo con hablar de lo que hacemos aquí. Si alguien guarda una factura para que no se lo afeen y por eso un proveedor no cobra, se está equivocando.

-¿Es sostenible el coste de la carga financiera de la Comunidad?

-Se ha reducido mucho el coste de la carga financiera por la buena gestión del Gobierno, que ha permitido una bajada histórica de la prima de riesgo.

-¿Se siente respaldado por el partido para ser candidato?

-No tengo ninguna duda, me siento totalmente respaldado por el partido, por la gestión, por el trabajo realizado, y por el esfuerzo conjunto de toda la sociedad valenciana. Podemos sentirnos satisfechos, aunque siempre se puede hacer más y mejor. Espero que se ponga de manifiesto el trabajo realizado desde que soy presidente.

-¿No sería bueno que Rajoy adelantara los tiempos para despejar incertidumbres?

-No sé quién se está preocupando de eso. Los que tenemos responsabilidad pública tenemos que dedicar todo nuestro esfuerzo a mejorar la vida de los ciudadanos. No me quita ni un minuto del día, y seguro que a mis compañeros tampoco.

-Si gana, ¿es partidario de limitar su mandato a dos legislaturas?

-Mi reto está en cambiar las cosas. Partíamos de una situación muy complicada y mi objetivo es mejorarla. Cuando vea que ese reto está conseguido, veré mi mandato colmado, al menos en el plano personal. Ocho años pueden ser pocos, pero en la coyuntura actual es mucho tiempo.

-Se prevé una atomización del voto. ¿Confía en tener mayoría absoluta?

-Las mayorías absolutas van a ser muy difíciles. Hay una desconfianza hacia los partidos mayoritarios y un fraccionamiento del voto. Se abre un nuevo escenario: gobernar sin mayoría absoluta. Y eso tampoco es malo. Tenemos que ser todos más generosos y buscar estabilidad, porque no tiene sentido tirar por la borda el esfuerzo de los últimos tres años.

-¿Han de reinventarse para que UPyD, Vox o Ciudadanos no les resten apoyos?

-El PP no necesita reinventarse, tiene las ideas muy claras. Estos partidos surgen en un momento de crisis y es fácil aprovechar el descontento para crecer, pero ¿qué principios son esos? Y la izquierda lo único que busca muchas veces es enrollarse en una pancarta. Gobernar en situación de crisis es difícil porque hay que tomar decisiones muy contestadas y que no ofrecen resultados inmediatos.

-Concrete en una frase la oferta del PPCV para recuperar los 476.000 votos que se les fueron en las europeas.

-Confianza y seguridad. Nos tienen que valorar por lo que estamos haciendo ahora, y no por lo que fue en el pasado. No sea que alguno, queriendo castigarnos por el pasado, se olvide de que ahora estamos haciendo una buena gestión y seguimos siendo el mejor proyecto para la Comunidad. Tenemos un balance claramente positivo.

-¿Está el partido en buenas manos con Isabel Bonig como estratega de la próxima campaña?

-Por supuesto. Confío en que ella va a ser capaz de animar a nuestros 150.000 afiliados, tenemos a muchos prescriptores. La misión de Isabel es activar el partido y lograr que todos transmitamos lo que estamos haciendo, y hacer ver que nuestros proyecto sigue siendo el único posible en la Comunidad.

-¿Está trabajando para salvar el sistema de mayorías?

-El PP trabaja con el resto de partidos para abordar esa reforma que busca que pueda gobernar el partido mayoritario, que es lo que han votado los ciudadanos.

-¿Le decepciona la falta de puentes de diálogo con Ximo Puig?

-El PSPV, a la vista de que durante 20 años ha estado en la oposición y que las encuestas vaticinan su peor resultado de esos 20 años, se ha radicalizado. Se encuentra más a gusto con IU que con el PP. Allá ellos. Nosotros mantenemos una línea de consenso en temas fundamentales. Es fácil quedarse en la barrera mientras otros toman decisiones.

-¿Podemos es un fenómeno coyuntural?

-Sí en la medida que surge por una situación económica que también lo es. Hay que reconocerles la habilidad de decir lo que la gente quiere escuchar, y no lo que ellos tienen en su programa. No les votan por lo que son, sino por lo que creen que son y cuando los conozcan perderán apoyos. Eso sí, tenemos que estar alerta porque ejemplifica el descontento de la gente con la falta de respuesta a sus problemas.

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