Blázquez ve un «estímulo» la confianza del Papa en él como «servidor de la Iglesia»

«No lo esperaba». Había aparecido en algunas quinielas pero «todos tenemos mucha imaginación». Por ello, el Arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española , Ricardo Blázquez, ha recibido con «sorpresa» su nombramiento como cardenal, anunciado este domingo por el Papa en la Plaza de San Pedro durante el Ángelus.

Tras hacerse a la idea y creerse las nuevas responsabilidades que adquirirá a partir de febrero sólo tiene palabras de «agradecimiento» hacia el sumo pontífice por la «confianza» en su persona al encomendarle la labor de ser su «colaborador especial». Ser «servidor de la Iglesia» será, dice, un «estímulo».

Se pone, así, a disposición del Papa Francisco, con quien afirma estar «profundamente identificado». Le brinda su «colaboración afectiva y efectiva» y espera ser «recordado como una persona que pasó haciendo el bien».

De momento, Blázquez entiende que ser cardenal implica la «satisfacción» del Papa con el «largo» recorrido de su vida sacerdotal. «Es un reconocimiento cara al futuro, pero también al pasado, y para mí este nombramiento es un estímulo y un motivo de gratificación en mi condición».

Su día a día tendrá desde su nombramiento nuevas tareas, pero seguirá ejerciendo todas desde Valladolid. «Aquí estoy muy a gusto», a explicado esta mañana a orillas del Pisuerga, donde sí espera que ser cardenal «no repercuta negativamente en la Diócesis».