economía
Novedades impositivas para 2015 en Castilla y León
El céntimo sanitario bajará con las campanadas y el impuesto de la Renta gana en «progresividad»
El céntimo sanitario bajará con las campanadas y el impuesto de la Renta gana en «progresividad»
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Rebaja de la cotización al 10% para los primeros 12.450 euros
Cumplir con el fisco será algo menos gravoso en 2015. Una bajada del tramo autonómico del IRPF (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas) «beneficiará» a todos los bolsillos de Castilla y León a la hora de pasar por caja, haciendo el tributo «más progresivo», según defendió la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo. «Todos» los castellano y leoneses ganan con la modificación, con la que se crea un nuevo tramo en la horquilla más baja de la tabla, para el que, además, se rebaja del 12 al 10 por ciento la regulación regional (la mayor parte es estatal). Así, los actuales cuatro tramos se convierten en cinco, con uno nuevo en la parte baja para las rentas de hasta 12.540 euros. Hasta ahora, el más bajo se situaba en 17.707 euros, que ahora marca la segunda base liquidable.
Para todos los contribuyentes, los primeros 12.540 euros tributarán al 10 por ciento, dos puntos menos que hasta ahora, situándose como el tipo «más bajo de España» e «igual» al arbitrado por el Estado. Supondrá un ahorro del 16,7 por ciento para quienes menos ingresan, aunque «todos» lo notarán. Para quienes ganen más de 53.407 euros sujetos a declaración (el friso más alto), el ahorro será del 3,1%, guardando así la «progresividad». Hay que tener en cuenta que sólo 28.076 personas tributan por el máximo y más de la mitad de los 1.257.000 contribuyentes, esto es, 669.100 declarantes lo hacen por menos de la nueva tarifa mínima.
En principio, la bajada será sólo aplicable a 2015, pues en 2016 habrá otro Gobierno, previo paso por las urnas el próximo mes de mayo.
A esto hay que añadir que los mínimos personales y familiares de tributación -deducción por hijos, mayores a cargo o minusvalías- bajan, de media, un 32 por ciento respecto a los actuales.
Dos medidas que, según los cálculos de la Junta, permitirán dejar en los bolsillos de los ciudadanos 150 millones de euros, sin que las arcas autonómicas vean mermados los ingresos, que han de contribuir también a dinamizar el consumo y la economía.
A estas modificaciones impositivas hay que añadir el medio centenar de beneficios fiscales que se mantienen vigentes para 2015. Las deducciones, exenciones y bonificaciones gestionadas están especialmente vinculadas a la generación y el mantenimiento del empleo y el apoyo a las familias con hijos. Precisamente en este sentido, se amplía uno de los beneficios fiscales introducidos en 2014, de modo que el tipo reducido en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas en caso de compra de inmuebles para sede o centro de trabajo de una empresa o negocio pasa del 5 al 4 por ciento. El general sube del 8 al 10%.
El sector del juego es otro de los beneficiados de las medidas fiscales para 2015, a la vez que se congelan la tasas (sí se crecen como el IPC), se crean dos nuevas (por inscripción o acreditación en el Registro de Centros y Entidades de Formación Profesional para el Empleo de Castilla y León, así como por autorización, seguimiento, control y evaluación de la impartición de acciones formativas conducentes a la obtención de certificados de profesionalidad no financiadas con fondos públicos de la Administración) y se cambian nueve, entre ellas la de caza y pesca, donde entre en vigor la interregional para varios territorios.
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Gasolinas más baratas por la bajada de la tarifa autonómica
Repostar en las gasolineras de Castilla y León deberá ser más barato a partir del 1 de enero, y no sólo porque el precio del crudo haya bajado de forma notable en los últimos meses. El protestado y criticado céntimo sanitario, esto es, el recargo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos mengua. De los 4,8 céntimos de euro por litro de carburante suministrado (más IVA) con los que nació en marzo de 2012 pasa a 1,6 céntimos. Aligera en dos tercios su peso inicial y pasa así del máximo permitido al mínimo dentro de las autonomías que hacen uso de este tributo. El objetivo, según ha defendido la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, «devolver parte del sacrificio» a los ciudadanos. «No nació para quedarse», aseguró la responsable de las Cuentas autonómicas para justificar la decisión.
La necesidad de obtener ingresos de una forma más o menos inmediata en un momento, el año 2012, en el que «nadie prestaba a España» y «era dificilísimo cubrir el endeudamiento», justificaron la puesta en marcha del entonces conocido como céntimo sanitario en Castilla y León, la última comunidad de las que lo tiene en marcha que decidió implantarlo.
«Era necesario obtener ingresos para cubrir los servicios y no tener que hacer recortes no deseados», aseveró Del Olmo. Ahora, con la recuperación en marcha y la prima de riesgo en unos niveles muy inferiores a los elevados topes que tenía entonces, el tipo mengua. «Nos situaremos entre las más baratas de España» de las que tienen el céntimo sanitario, defendió la consejera, quien consideró que estaba bajada «se deberá traducir en la reducción del precio». Y es que en más de una ocasión, la Junta ha reprochado al sector de las gasolineras las diferencias de precio entre surtidores. Una medida con la que confía en que, «progresivamente, se recupere el consumo», al igual que la economía, y con él la recaudación.
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Dinero incondicionado para ayuntamientos y diputaciones
Los bolsillos de las arcas locales también ganarán con el nuevo año. Al menos ése es el espíritu del título específico que contiene la Ley de Medidas que acompaña a los Presupuestos de 2015 en el que se fija, por norma, la financiación de las entidades locales vinculada a los impuestos de la Comunidad, a la vez que se mantiene la financiación por transferencia o delegación de competencias y la cooperación económica local. Desde las arcas autonómicas a las municipales llegarán por esta vía unos 60 millones de euros, dando cumplimiento así a uno de los anhelos y demandas de los ayuntamientos.
Por un lado, se establece la participación en los impuestos propios de la Comunidad: el de afección medioambiental por aprovechamientos de agua embalsada, parques eólicos e instalaciones de transporte de energía de alta tensión y el de eliminación de residuos en vertederos. El 20% de lo que se obtenga irá a los ayuntamientos y diputaciones, ponderando en el reparto la población, número de mayores, entidades locales menores que integren el municipio... Se repartirán unos 12 millones. Por otro, el fondo vinculado a los impuestos cedidos, que rozará los 48 millones, pues surge de multiplicar por 1.234 el número de municipios (2.248) más 18 euros por la cifra de habitantes (en torno a 2,5 millones).
Esta financiación, además incondicionada en su mayor parte, supone también un impulso a la ordenación del territorio emprendida, y no sólo porque su puesta en marcha dependía de que se aprobasen -como así ha sido- los mapas de las áreas funcionales urbanas estables. También se abre la puerta a que las mancomunidades de interés general surgidas de la agrupación de municipios puedan beneficiarse de esta financiación.
Además, ayuntamientos y diputaciones recibirán este dinero con la garantía de que lo percibido en 2015 marcará el suelo para los ejercicios venideros.