desde mi escaño
El club de los comediocres
La recuperación que nos promete tito Paulino es tan real como los 80.000 empleos que iba a crear entre 2010 y 2011
Paulino Rivero tenía que inaugurar forzosamente la primera columna de este «Desde mi escaño» del año 2015. Alguno podrá ver persecución u obsesión, pero lo cierto es que el todavía presidente canario se gana con todas las de la ley ser el protagonista de esta tribuna porque cada vez que abre la boca es un oasis para rebatirle punto por punto todas sus afirmaciones.
Lo de este hombre es como lo de esos feriantes charlatanes de las ferias ambulantes. Parlotea y parlotea sin que al final uno sepa realmente qué es lo que ha dicho. Se ha convertido en un discípulo aventajado de Cantinflas, capaz de hablar durante horas y horas, pero incapaz de aportar argumentos sólidos. Siempre habrá quien se trague sus discursos insulsos, pero cada vez son menos, afortunadamente para Canarias.
Dice ahora nuestro hombre saliente (que no sobresaliente) de Coalición Canaria que el Archipiélago está en la rampa de lanzamiento para salir de la crisis antes que nadie del Estado español. Sí, el desertor de la tiza de El Sauzal es así, un político mediopensionista que vende recuperación y optimismo donde justamente, en cuando levantas un poco la capa de barniz, lo que te encuentras es una región en estado miserable, con negocios cerrando diariamente, con una sanidad vomitiva, una educación por los suelos y una economía que está de mírame y no me toques.
Pero, para Paulino Rivero, Canarias está mejor que nunca y va a ser quien arrastre al resto de autonomías a la recuperación. De hecho, no se habla de otra cosa en el Sureste asiático, en Rusia o en el Próximo Oriente. Los empresarios mafiosos de estos lugares han encontrado en las Islas el centro de operaciones ideal para poder moverse con plena impunidad sin que nadie les moleste en demasía. Las inversiones importantes se van a otros lugares, pero eso al pequeño Napoleón sauzalero no le preocupa en exceso.
La recuperación que nos promete tito Paulino es tan real como los 80.000 empleos que iba a crear entre 2010 y 2011, una promesa tan vana y tan papel mojado que encima tenía el poco decoro y disimulo de proponerla de cuando en cuando, aunque cambiando ligeramente las previsiones. A menos tiempo para las elecciones, la cifra de puestos de trabajo iba descendiendo, hasta el punto de llegar a prometer 25.000 empleos en menos de cinco meses. Por supuesto, la realidad fue otra bien distinta.
Veremos en qué queda la nueva bravata de Paulino Rivero, pero ya le han dicho al presidente que, ya que ahora deja el cargo, tal vez tenga un hueco como colaborador en «El club de la Comedia», que en su honor pasaría a rebautizarse como «El club de los Comediocres». Sin duda, da el perfil…bajo, por supuesto.