Un largo historial de llamas avivadas por la gasolina en los últimos años

Los incendios siempre son aparatosos, pero aún más si encima tienen su foco en un coche o una motocicleta. La gasolina es uno de los combustibles más peligrosos en contacto con las llamas. Prende rápido, genera mucho humo y su olor es muy característico. Por desgracia, en Cádiz son muchos los que conocen estas características, porque en los últimos años los incendios con foco en coches y motos aparcados en la vía pública han sido frecuentes.

Uno de los más violentos que se recuerda es el de 27 motos en la calle Carlos Haya, en el barrio de Loreto. Tuvo lugar el día 23 de abril del año 2009. Causó graves daños en las fincas cercanas, pero sobre todo provocó una tremenda alarma ciudadana porque venía precedido de otros cuatro incendios que habían tenido lugar en diferentes puntos de la ciudad en cuestión de semanas.

Pocos días antes de que se produjera el espectacular incendio de Loreto, también en abril de 2009, las llamas tomaban otra decena de motos aparcadas en la calle San Francisco Javier, muy próxima al Mercado Central. En el mismo mes se produjeron además dos fuegos de importancia en dos viviendas de las calles Calderón de la Barca y Solano. Un último incendio, a finales del mismo mes, se produjo en el interior de un edificio de la calle Puerto Chico.

La cercanía de todos estos siniestros, concentrados en un área reducida del casco histórico gaditano, y la similitud entre los mismos hizo pensar que tras ellos estaba la misma mano incendiaria. De hecho, al menos en tres de ellos se utilizaron motos aparcadas en la calle para provocar las llamas.

No fue hasta el mes de mayo cuando la policía detenía al primer sospechoso de ser el pirómano: Alberto U. B., de 47 años, aunque finalmente solo fue imputado por el incendio de la calle Puerto Chico, donde fue visto por una vecina.

Las sospechas sobre la autoría del resto de los incendios sobrevolaron también sobre cinco jóvenes gaditanos que fueron detenidos también en mayo de 2009 por ser los presuntos autores de los incendios de varios coches en las inmediaciones de la Zona Franca, además de otros actos vandálicos por distintas zonas de la ciudad. Sin embargo, tampoco se pudo demostrar que tuvieran relación con el incendio de las motos de Loreto.

Otro caso para recordar, este de 2007, es el de los dos jóvenes que prendieron intencionadamente fuego a 23 motos y 7 coches en la avenida Lacave para distraer la atención de las fuerzas de seguridad y perpetrar mientras tanto un robo en una tienda de informática de la calle Ancha. Fueron detenidos y condenados.