ANDALUCÍA

«El 70 por ciento de los andaluces quiere un cambio después de 30 años»

El candidato popular afronta la última semana de campaña convencido de la victoria pero sin creerse la mayoría que le dan las encuestas Javier Arenas. Candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En seis días Andalucía tiene que decidir si se queda con lo conocido y si arriesga con lo nunca visto hasta ahora. Javier Arenas Bocanegra (Sevilla, 1957) no es una cara desconocida para los andaluces, pero sí sería un presidente novedoso para la Junta de Andalucía, que nunca ha tenido un mandatario de otro color que no sea el socialista. Arenas, después de tres derrotas anteriores, todas ante Manuel Chaves, busca la que puede ser su última oportunidad de ser presidente andaluz frente a Griñán. Las encuestas le señalan una mayoría absoluta, pero el candidato popular desconfía y pide un esfuerzo más a sus compañeros de partido allí donde va. Ha sido concejal, parlamentario, ministro y vicepresidente del Gobierno. Solo le falta presidir la comunidad que tantos años lleva anhelando dirigir. Se sabe ganador y ya casi habla como tal, pero hace acopio de prudencia porque las urnas ya le sorprendieron una vez.

-En esta campaña se está hablando mucho de cifras y de cuentas. ¿Le cuadran a usted la cuentas electorales o aún tiene que ajustar algo más la victoria para lograr la mayoría?

-Mi problema de verdad es que no me cuadran las cuentas actuales de la Junta de Andalucía. El PSOE tomó la decisión de que hiciéramos esta campaña electoral sin conocimiento de la situación económica de nuestra comunidad, y eso es realmente grave, sobre todo con el precedente que tenemos del señor Rodríguez Zapatero, que engañó hasta el final con el déficit, y es grave cuando el presidente Griñán afirmó en el Parlamento que el déficit era de 1,4% en Andalucía y, al día siguiente, la consejera de Hacienda lo multiplicó por tres. Así que mi grave preocupación en estos momentos son las cuentas del paro y las cuentas económicas en Andalucía. Y en cuanto a las encuestas electorales, todas apuntan a una posible mayoría de gobierno, que todo el mundo dice que es una mayoría absoluta, pero que yo me comprometo a ejercer esa mayoría como si no fuera absoluta. Mi impresión personal, aunque las encuestas nos han ido dando cada día más distancia, es que estamos rozando esa mayoría de gobierno del cambio.

-¿Por qué esa fijación por evitar la palabra absoluta si las encuestas se la dan? Si me permite, suena a eufemismo político.

-Por dos razones. La primera, porque he formado parte de un Gobierno de España con mayoría absoluta y otro Gobierno de España que no la tenía, y creo que se gobierna mejor cuando uno no es consciente, a diario, de que tiene una mayoría parlamentaria mecánica. Y la segunda, porque llevamos 30 años de los mismo en Andalucía, mucho rodillo, mucha arrogancia y mucha soberbia, y creo que el reto del cambio pasa por la humildad y por aceptar propuestas de la oposición en el futuro.

-¿El asunto de los ERE le está sirviendo en bandeja esa mayoría absoluta o estaba ya cerca antes?

-Yo creo que no, yo creo que el PP en Andalucía lleva por delante en las encuestas cerca de tres años. Es verdad que en estos últimos días se han visto mejor que nunca las consecuencias de 30 años en el poder y que los actuales gobernantes han creído que el poder era eterno. Y, evidentemente, toda la riada de escándalos en Andalucía no beneficia en estos momentos al Partido Socialista, pero a mí me parece que el cambio viene porque los andaluces creen que nosotros podemos superar mejor la crisis, con un Gobierno del Partido Popular. Hay más de un 70% de andaluces que creen que, después de 30 años, hace falta el cambio. A mí me parece que el cambio es algo natural después de tantos años. Somos la única comunidad autónoma de España en la que no ha habido cambio. Y luego hay dos elementos importantes. Creo que los andaluces están muy indignados porque se haya estado dos años negando la crisis en nuestra tierra y, quizá otro elemento final, que no ha sabido el Partido Socialista sustituir el liderazgo político de Chaves, que era muy importante.

-Hay quien dice, dentro del gobierno de la Junta de Andalucía, que no conocía al exdirector general de Empleo, Francisco Javier Guerrero, antes de que estallara el asunto de los ERE. ¿Javier Arenas conocía a Guerrero?

-No tenía ni idea de quién era Guerrero y la verdad es que los últimos tres años nos han llegado muchas denuncias a la sede de nuestro partido en las que se ponía de manifiesto que se estaba gastando secretamente el dinero público de los andaluces, y todavía con la gravedad de que se trata de un dinero destinado a los parados y a los trabajadores andaluces. Pero la verdad es que siempre he sabido quién era Griñán, he sabido quién era Chaves, nunca he sabido quién era Guerrero, y también he sabido que no se movía absolutamente nada en la Junta sin que lo supieran Chaves y Griñán.

-Y si gobierna, ¿sabe quién va a ser su director general de Empleo?

-Nosotros vamos a reducir el 50% de altos cargos en la Junta de Andalucía y, desde luego, el director general de Empleo será un funcionario experto en cuestiones laborales y con una hoja de servicios que acredite su solvencia, entre otras cosas, porque ese director general será clave en las auditorías que vamos a hacer de todas las políticas de empleo de la Junta.

Toma de decisiones

-Otras formaciones políticas insinúan que desde el Gobierno central de Rajoy se ha frenado la toma de decisiones con vistas a las elecciones andaluzas y asturianas porque, a priori, van a aplicar medidas impopulares que no benefician a su partido. ¿Qué puede decir ante eso?

-No puedo más que esbozar una sonrisa, como usted acaba de comprobar (ha sonreído mientras escuchaba la pregunta). El Gobierno de España ha tomado decisiones impopulares en estos meses, cada viernes ha presentado una reforma y es el gobierno más reformista de la historia de España. Lo que yo sí creo es que los andaluces hubieran penalizado al Partido Popular si Rajoy hubiera mirado para otro lado, pero no ha habido desde el mes de diciembre viernes sin reforma, y el que conozca las reformas sabe que en absoluto la agenda electoral de Andalucía ha marcado la gestión del presidente del Gobierno más reformista de España. A partir de ahí, Rajoy pide un plazo de tres meses para hacer unos presupuestos, cuando normalmente se tarda de seis a siete meses en su elaboración. Hay que añadir que, si no hay presupuesto en estos momentos en España, hay un solo responsable, que es el señor Rodríguez Zapatero, que no se atrevió a hacerlo y que se limitó a prorrogarlos durante 2011.

-¿Teme que le pase como en 1996 y que esta vez se quede sin la mayoría deseada? (En 1996 las encuestas le daban vencedor frente a Chaves y luego las urnas ofrecieron un resultado adverso).

-Creo que las circunstancias políticas son radicalmente distintas. En el año 1996 el Partido Popular apuntaba a ser la primera fuerza política en Andalucía, después de lo que pasó en el 94, pero en ningún momento hubo ningún tipo de encuesta en el 96 que nos acercara a la mayoría de gobierno. Estamos hablando de lo que pasó hace 16 años. Entonces el Partido Socialista llevaba catorce años gobernando en Andalucía, ahora lleva más de 30 y, además, 30 años que corona con el récord de paro de nuestra historia. Hace 30 años había 500.000 parados, y en estos momentos, 1,4 millones de parados y 400.000 familias sin ningún tipo de ingreso. Por tanto, me parece que no admite ninguna comparación el proceso electoral y las elecciones del 96 con las actuales. Si el Partido Socialista quiere consolarse acudiendo a ese proceso electoral, pues está en su derecho.

-Circula la teoría en algunos medios de comunicación que en Cádiz su partido puede pasar de 6 a 8 parlamentarios, ¿puede ser clave la provincia de Cádiz?

-Yo creo que las ocho provincias pueden ser claves. Si el Partido Popular gana en las ocho provincias de Andalucía, en las elecciones generales ganamos en siete, si ganamos en las ocho, está garantizada la mayoría de gobierno. Es difícil decir cuál es clave porque en todas, en mi opinión, se va a producir crecimiento de escaños a favor del Partido Popular. En las pasadas elecciones autonómicas crecimos diez diputados, cinco que venían del PSOE y cinco de PA, y en esta hacen falta ocho para conseguir una mayoría de gobierno, por lo que a mí me parece que las ocho provincias son clave.

-Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, defendió hace unos días en Dos Hermanas la demanda de la 'capitalidad real' para su ciudad mediante una ley que establezca más partida presupuestaria para sufragar los gastos que supone ser capital. Arenas dice que se presenta por Almería por ser «la más alejada», y mi sobrino se pregunta por qué Arenas dice eso si, para él, que vive en Almuñécar, Almería está más cerca que Sevilla.

-Ja, ja, ja.

-¿Es consciente del rechazo que produce ese gesto hacia Sevilla en otras provincias andaluzas?

-Vamos a ver, en mi opinión Almería está donde tiene que estar y Almuñécar está donde tiene que estar, y desde esos sitios se entenderá que lo que está lejos son los otros puntos de referencia. Me siento identificado con las ocho provincias de Andalucía, que, por cierto, conozco muy bien. Y que además de conocer muy bien cada provincia, sé que son muy distintas en todos los sentidos. En sus actividades económicas, en la distribución de la tierra, en los comportamientos sociológicos. Hay muchos matices dentro de las ocho provincias de Andalucía. Y a partir de ahí estoy convencido de que el esfuerzo que tenemos que hacer cara al futuro es que todos nos sintamos cómodos en Andalucía. ¿Qué ha pasado en estos últimos años? El Estatuto de 1982 nos decía a todos los andaluces que la administración periférica de la Junta tenía que ser de las ocho diputaciones provinciales. Se lo saltaron a la torera y hoy la Junta ha construido un modelo absolutamente centralista que produce rechazo en la inmensa mayoría de Andalucía, luego el problema, en mi opinión no son los sevillanos, sino ese modelo. Vamos a intentar contestar a ese modelo centralista acudiendo a una descentralización de competencias de ayuntamientos y diputaciones.

-No cree en el copago sanitario, ¿por qué?

-Creo que tenemos que garantizar los derechos básicos y tenemos que hacer una reforma, tanto en la sanidad y en la educación, para mantener nuestro Estado de bienestar. Lo he dicho siempre, quiero hacer un Pacto de Toledo a la andaluza y el Gobierno de España quiere impulsar un gran pacto sociosanitario. No creo en el copago que algunos han defendido siempre. Lo han defendido la consejera Martínez Aguayo, el señor Jáuregui, la señora Pajín y la señora Trinidad Jiménez. Me parece que hay muchas reformas que hacer antes para acudir al copago. Por otra parte, también hay que insistir en que, en el terreno farmacéutico todos los españoles, salvo los pensionistas y los enfermos crónicos, asumimos una parte del pago de los medicamentos Pero me parece que hay muchas reformas anteriores que hacer antes que el copago.

-¿Cómo debe entonces interpretar el ciudadano que haya miembros del PP fuera de Andalucía que sí defienden ese modelo y que esté en el mismo partido Javier Arenas, que no lo defiende?

-Los ciudadanos deben interpretar lo siguiente. Cuando el PP estuvo gobernando en España ocho años no estableció el copago, punto primero. Punto segundo, que haya opiniones en el Partido Popular. Tengo que matizar que en el Partido Popular y en el Partido Socialista. Hay algunos que están sosteniendo además que en el pago de medicamentos se tenga en cuenta la renta de los ciudadanos, excluyendo del pago a aquellos que tienen menos posibilidades económicas. Eso hay que entenderlo solo de una forma: hay un debate abierto, todos queremos mantener la viabilidad del sistema público de sanidad en España, de forma gratuita y universal, y en ese debate se van a abrir todas las propuestas. Pero del Gobierno del cambio no va a llegar una propuesta de instauración del copago sanitario. Oiremos las propuestas de todos los demás, pero nosotros no vamos a hacer esa propuesta.

Ley de incompatibilidad

-En su candidatura hay muchos alcaldes candidatos y está el problema de la ley de incompatibilidad de cargo. Si no lograse la mayoría absoluta, ¿qué pasaría con esos alcaldes?

-Mire usted, eso está pendiente del Tribunal Constitucional. Es el que decide y se ha interpuesto un recurso por parte del gobierno de España. Nosotros creemos que fue una decisión profundamente injusta, arbitraria y también ilegal, porque lo que no se puede entender es que un alcalde pueda ser diputado a Cortes, senador o eurodiputado y no pueda ser parlamentario andaluz. Me parece de un cinismo extraordinario. Lo digo siempre y me lo ha oído usted, quieren echar a Zoido del Parlamento pero el candidato socialista de Sevilla es teniente de alcalde y está también en el Senado. O el alcalde de Alcalá de Guadaira (PSOE) es también senador. Espero que lo ganemos en el Tribunal Constitucional.

-Cambio de tercio. Son muchos los empresarios de la hostelería que piensan que la Ley de Costas está obsoleta con respecto a los chiringuitos, por ejemplo, o con respecto a otro tipo de concesiones. ¿Se plantea alguna medida para ayudar al sector turístico en este sentido?

-Se ha anunciado ya una reforma de la Ley de Costas para dar seguridad jurídica a los chiringuitos, que suponen más de 30.000 empleos en toda Andalucía. Lo ha anunciado el ministro Arias Cañete y esa reforma cuenta con nuestro total apoyo. Y hablando de la Ley de Costas, creo que hay que hacer un planteamiento que tengamos menos leyes urbanísticas pero mejores y hacer compatible una ordenación del territorio que signifique preservar nuestro medio ambiente. Tenemos cinco provincias con mar, 700 kilómetros de litoral, pero eso tiene que ser compatible con el crecimiento económico y la creación de empleo. Y a mí me parece que en los gobiernos anteriores ha habido muchos complejos y muchas discriminaciones a la hora de defender el empleo y el crecimiento económico en nuestras costas.

-El gobierno central está aplicando medidas y reformas para la creación de empleo. En cualquier caso, ¿ordenará medidas específicas de creación de empleo hechas desde Andalucía?

-Tengo ilusión en que las reformas que estamos poniendo en marcha, todas están hechas pensando en el empleo. Cuando hablo de reformar la educación estoy pensando en el empleo, cuando hablo de reformar la administración e eliminar burocracia estoy pensando en crear empleo, cuando hablo de suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones estoy pensando en el empleo. Pero habrá desde luego un gran pacto por el empleo que ofreceré a todos los partidos, a los sindicatos, a las organizaciones empresariales, a los ayuntamientos y a las diputaciones. Ese será, el gran pacto social por el empleo y la competitividad, el punto de partida de la siguiente legislatura.

-Un amigo mío empresario me pide que le traslade una cuestión. Él piensa que la burocracia administrativa es muy compleja y que existe una dualidad de competencias que retrasan los papeleos para abrir empresas.

-Sobra mucha burocracia administrativa. Y pondremos en marcha un proyecto muy bonito: licencia express en 24 horas para la creación de empresas. Y toda la reforma de la administración irá por una vía: una competencia, una administración, y así eliminemos todas las duplicidades.

-Si no lograra la mayoría absoluta, ¿qué va a hacer?

-Nunca uno, haciendo 350 kilómetros diarios, trabaja con hipótesis que no deseo. Hasta el día 25 lucharé por la mayoría de gobierno y por la noche hablamos.