Instante en el que un voluntario besa la bandera. :: MIGUEL GÓMEZ
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Una jura a la antigua usanza

Miembros del batallón de la milicia nacional y del cuerpo de voluntarios distinguidos se caracterizan con los trajes de hace 200 años El patio de armas del Castillo de Santa Catalina acoge una recreación histórica del acto en 1812

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Fue una mujer, Carmen Toscano, una de las gaditanas que prestó su auxilio a las tropas que defendieron a la ciudad de los franceses y a las milicias que se constituyeron como voluntarios distinguidos de Cádiz y artilleros voluntarios de extramuros. Ayer fue otra mujer, y también gaditana, quien en honor a Carmen Toscano portó la bandera que juraron ayer en el patio de armas del Castillo de Santa Catalina los milicianos del siglo XXI.

Ante un centenar de asistentes, un grupo de turistas despistados y al menos cinco novias sorprendidas que pretendían hacerse las fotos de la boda, comenzó a las siete en punto el acto de la recreación de la jura de bandera de 1812. El acontecimiento quiso rendir homenaje a aquellos gaditanos que se alistaron de forma provisional para defender Cádiz de la invasión francesa y permitió que se promulgara la Constitución de 'La Pepa'. Tras el toque de corneta, los voluntarios desfilaron por el interior del Castillo de Santa Catalina hasta pasar por delante de la capilla donde les esperaba la bandera. Después varios músicos de la Banda de El Puerto de Santa María Maestro Dueñas, ofrecieron un concierto en el que interpretaron piezas como la marcha 'Héroes del 2 de mayo' o 'La defensa de Cádiz'. El arriado de la bandera y el toque de oración pusieron el broche de oro a esta recreación histórica que concluyó con el desfile de los milicianos por la calle Burgos.