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Trabajadores y pensionistas declaran cada año más dinero a Hacienda que los empresarios

Los técnicos de la Agencia Tributaria denuncian este fraude y calculan que en la provincia la diferencia es de más de 7.200 euros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Es más rentable ser trabajador o pensionista que empresario. Al menos eso se podría deducir de las cifras declaradas a Hacienda por cada uno de estos colectivos y que evidencian que cada año son los primeros los que dicen tener más ingresos. La cuestión es si la realidad es tal como parece, y eso es precisamente lo que ponen en duda los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que después de estudiar la estadística del IRPF 2008-2009, que es la que se realizó en junio del pasado año, creen que lo que ponen de relieve estos datos es que el fraude fiscal sigue aumentando en todo el país.

Y es que, según destaca José María Mollinedo, el secretario general de Gestha -que ha elaborado con los datos de la Agencia Tributaria del ejercicio declarado en 2009 la segunda edición del Informe de la Lucha contra el Fraude Fiscal-, «el sentido común hace saltar las alarmas a la hora de analizar estas cifras ya que, comparando los ingresos declarados por empresarios y trabajadores parecería que es más ventajoso ser trabajador o pensionista antes que notario, arquitecto, abogado o médico».

En el caso concreto de Andalucía, las cifras desvelan que los trabajadores y pensionistas declaran anualmente a la Hacienda Pública una media de 6.764 euros más que los profesionales y los pequeños y medianos empresarios, y alrededor de 5.381 euros más si se compara con los ingresos de los microempresarios (albañiles, fontaneros, etc.). Pese a la gran diferencia, lo cierto es que la brecha fiscal andaluza está por debajo de la media nacional, ya que en España, los empleados declaran un promedio de 7.200 euros más que los pequeños empresarios y 7.665 euros más que los microempresarios.

Más brecha en Cádiz

En cuanto a la provincia, desde Gestha han realizado una estimación de este fraude, considerando que los declarantes en Cádiz representan la misma proporción que en la región, se evidencia que la brecha es aún mayor entre empleados o pensionistas y profesionales y pymes con una diferencia de 7.281 euros. Con el segundo grupo, el de los microempresarios que declaran por módulos fijados por el Estado hay menos diferencia, aunque también suma unos 5.413 euros al año.

En total, el estudio muestra que los asalariados y pensionistas andaluces declararon el pasado año 16.897 euros de media, lo que supone un 67% más que los pequeños y medianos empresarios y los profesionales liberales que tributan en estimación directa. De hecho, estos últimos se reconocieron, curiosamente, como mileuristas al declarar unos rendimientos medios de 10.133 euros. Asimismo, los ingresos declarados por los microempresarios andaluces en módulos -los que facturan menos de 450.000 euros anuales- se movieron también en el umbral del 'mileurismo', con una media anual de 11.516 euros, un 47% menos que los trabajadores y jubilados.

También los asalariados y pensionistas gaditanos parecen ingresar nada menos que un 74% más que los empresarios de pymes y los profesionales liberales, con 17.065 y 9.784 euros declarados al año, respectivamente. Respecto a los empresarios en módulos de la provincia, la brecha es del 46%, ya que éstos declaran 11.652 euros.

La evidencia de que algo no encaja es clamorosa a tenor de estas cifras, tal como destaca el secretario general de Gestha, que además advierte de que si se comparan las estadísticas del IRPF de 2008 a 1993 se observa que el diferencial entre las rentas declaradas por ambos colectivos no ha dejado de crecer en estos últimos quince años, «y aún lo hará más por la crisis». Mollinedo pone el ejemplo de la declaración hecha en junio de 2009 «que correspondía a los ingresos del ejercicio anterior, cuando aún crecía la economía, pero que se realizó cuando la crisis ya estaba encima y el facto psicológico era muy distinto».

En opinión de Mollinedo, la explicación a este comportamiento tan dispar está en los altos niveles de fraude fiscal que viene arrastrando España en estos últimos años, donde la bolsa de dinero negro crece ininterrumpidamente. La economía sumergida aumentó en 25.000 millones entre 2000 y 2009 en el país, alcanzando actualmente los 245.000 millones, lo que representa el 23,3% del PIB, diez puntos por encima de la media de los países de nuestro entorno, donde el índice de evasión ronda el 13%.