Jueves, 27 de julio de 2006
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Pierre Louys, autor de 'la mujer y el pelele', en jerez
Pierre Louys, autor de 'la mujer y el pelele', en jerez
LIBRO. Sobre Pierre Louys y Andalucía.
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El famoso poeta y novelista francés, Pierre Louys (1870-1925), pasó en Andalucía dos temporadas, durante los años de 1895 y 1896, para recuperarse física e intelectualmente.

Su estabilidad económica en ese periodo, había recibido la herencia paterna y publicado de sus obras Bilitis y Afrodita, se unía a sus deseos de conocer la Andalucía recreada en Carmen por Mérimée y Bizet. Sus problemas de salud le obligaron a buscar, según sus palabras, una zona «cálida, seca y sana» además de «alegre».

Antes de venir Andalucía, Louys, se había documentado en los numerosos libros que sobre nuestro país poseía en su biblioteca, una de las mejores de Francia en algunos aspectos. Quería conocer personalmente cómo era esta atractiva y singular parte de España que había leído en las obras de Dumas, Gautier y Doré.

Durante estas estancias germinó la idea de escribir una de sus obras más conocida, La mujer y el pelele/La femme et le Pantin (1898), visión de la mujer fatal, que fue adaptada al cine en cinco ocasiones, entre ellas la que hizo Luis Buñuel en Ese oscuro objeto del deseo, y Joseph Von Sternberg en The Devil is a woman.

Parece ser que Sevilla y Jerez fueron las dos ciudades andaluzas que más gustaron al escritor. A Jerez la describe, según las cartas que dirige a familiares y amigos: «Deslumbrante...toda llena del olor de sus bodegas». Y en otra se sorprende de la blancura de las casas: «Nule part, ils n'étaient éblouis par le blanc trop cru de Jerez» (en ninguna parte, el blanco demasiado intenso la deslumbra -a la vista- tanto como en Jerez).

A mediados de septiembre de 1896, de camino a Cádiz, hace una parada de dos días en Jerez. Su descubrimiento lo describe con estas bellas palabras: «¿Hice perfectamente! Es una de las ciudades que quiero guardar en mi recuerdo. Por ella daría dos Cádiz, ciento veinticinco Málagas, y casi un rinconcito de Sevilla. Imagínate es una llanura ondulada, que en primavera debe de estar verde, pero que en este mes es un Sáhara, una ciudad enteramente blanca, pero blanca a más no poder».

Más adelante escribe: «Las calles son amplias como avenidas o estrechas como corredores. En las plazas hay palmeras muy altas, por todas partes se ven bodegas y cavas».

Verdaderamente se echan de menos en los folletos promocionales y turísticos oficiales actuales expresiones tan contundentes como estás de Louys, que deberían de figurar en paneles a la entrada de la ciudad como reclamo para los aquellos que se acerquen a visitarnos.

Como anécdota comentar que el encargado del tranquilo hotel donde se alojaba Louys en Jerez se percata de la identidad del autor de Afrodita, difundiendo la noticia entre su clientela extranjera, lo que le hace exclamar al escritor, entre abrumado e irónico: «Es lo que se dice conocer la embriaguez de la celebridad».

Sin embargo, hay algo que le llama especialmente su atención al pasar cerca de un cuartel. Una pintada escrita por un soldado que decía: «Si quieres conocer mujeres de verdad, no hay que ir a Córdoba ni a Cádiz ni a otro lugar, sino ir a ver a las jerezanitas».



 
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