Con un café a medio beber y cientos de llamadas y mensajes por devolver («tengo el móvil 'saturao'», dice) Francisco Holgado saboreaba ayer a 20 kilómetros de Jerez la satisfacción de volver a casa con el trabajo hecho. «Lo he conseguido todo por mi hijo», contaba exultante Padre Coraje. Más de 600 kilómetros a pie no han sido obstáculo para llegar a la meta: que el caso del asesinato de su hijo Juan no prescriba sin que antes se haya intentado encontrar y condenar a sus culpables.

Y puede que aún se pueda albergar algo de esperanza. Justo a un mes de que el crimen se pueda dar por cerrado sin resolverse, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, confirmaba a los medios que el juez de instrucción número 1 de Jerez de la Frontera ha pedido que se practiquen nuevas pruebas periciales y mostraba su confianza en que las actuales técnicas de identificación de restos orgánicos y ADN ayuden al «esclarecimiento» del crimen.

Según ha detallado el responsable de Justicia, le consta que el juez ha ordenado ya la práctica de estas pruebas y que el Ministerio del Interior a través de Guardia Civil «las va a practicar con la mayor diligencia posible».

«Lo he conseguido todo por mi hijo», reaccionaba un emocionado y, sobre todo, agradecido, Francisco Holgado. «Estoy muy contento. Por eso he andado tanto... es lo que pretendíamos», afirmaba en conversación telefónica con este medio a pocos kilómetros de llegar a casa. «¡Hay más esperanza!».

Ahora, aunque «muy contento» por este nuevo empujón al caso, el bautizado por su lucha como Padre Coraje, lamenta que en todo este tiempo hayan podido haber «muchas pruebas que se han perdido». Pero considera que los adelantos técnicos darán más pistas para encontrar a los culpables que acabaron con la muerte de su hijo de 33 puñaladas aquella fatídica madrugada en la gasolinera de Jerez en la que el joven cumplía con su turno de noche.

Antonio Holgado vuelve con cinco kilos menos a Jerez después de su marcha de protesta a pie a Madrid. «Ha costado, pero ha sido maravilloso, he conocido mucha gente y a todos les tengo que agradecer su cariño y generosidad. Alcaldes, concejales, guardias civiles, familias de víctimas... a mi abogado, Carmena, y claro, ¡al ministro!».

Pero continuará. La lucha no termina aquí. «Seguiré andando de pueblo en pueblo consiguiendo más firmas», cuenta un Holgado incansable. «No quiero que digan que soy ningún montajista ni nada de eso. Esto lo hago por mi hijo. Todo es por él».