![](/cadiz/prensa/noticias/200912/31/fotos/1447957.jpg)
Otro pleno de protestas
Policías amordazados irrumpieron en la sesión con camisetas en las que se podían leer insultos a la alcaldesa
JEREZ. Actualizado: GuardarUn grupo de policías locales irrumpió ayer en la última sesión de plenos del año para protestar por la falta de medios del Cuerpo. Esta vez, y frente al escándalo originado en la ocasión anterior, los agentes optaron por una concentración pacífica, en la que vistieron camisetas amarillas y aparecieron amordazados.
En las camisetas podían leerse distintos mensajes, en los que arremetían contra el equipo de gobierno, la alcaldesa y la delegada de Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento jerezano, María del Carmen Martínez. «Cacique» o «dictadura» fueron algunos de los insultos que llevaban escritos en las prendas amarillas.
Las protestas más ruidosas fueron sustituidas esta vez por el silencio absoluto, y la puerta del Ayuntamiento por el salón donde los políticos debatían los puntos más importantes del año, como los Presupuestos, el Plan de Viabilidad o las ordenanzas fiscales.
Desde el Sindicato Independiente de Policía (SIP), argumentan haber sido nuevamente engañados por la alcaldesa y la responsable de Seguridad, al incumplir los compromisos sobre la dotación de medios e instalaciones para los agentes de Policía Local.
Hay que recordar que, en el penúltimo pleno, el SIP se unió a otros tres colectivos para llevar a cabo sus protestas, con pitos, bocinas y hasta petardos. La determinación tomada por el Ayuntamiento fue la de acudir a la Subdelegación del Gobierno para pedir auxilio.
Incremento de la seguridad
Ayer, de hecho, las medidas de seguridad se hacían más presentes que nunca en los alrededores del Consistorio, con numerosos agentes del Cuerpo Nacional controlando la zona.
También se desplegaron efectivos en la plaza del Arenal, donde estaba previsto que se desarrollaran las movilizaciones tras la prohibición por parte de la Subdelegación de llevarlas a cabo frente al Consistorio.
Sin embargo, los policías locales optaron por la original iniciativa y la plaza del Arenal se quedó, finalmente, vacía.
Desde el sindicato policial esperan poder sentarse a negociar con la primera edil y anuncian que habrá más protestas una vez que pasen las fiestas. No descartan más acciones para boicotear reuniones de tipo político.
Por otro lado, desde el sindicato CGT también denunciaron ayer el «auténtico atentado a la libertad de expresión» sufrido tras el debate municipal. José García, destacado miembro del sindicato, explicó que unos compañeros estaban repartiendo octavillas en las que aparecían tanto la alcaldesa como su marido. La Policía, a instancias de la primera edil, les requirió la documentación, explicó García, lo que «deja mucho que desear en el caso de una regidora democrática y socialista».