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Un preso de Puerto III ataca a un funcionario y le clava un bolígrafo
Contaba con antecedentes por arrojar un televisor a los vigilantes
CÁDIZ Actualizado: GuardarUn preso de origen marroquí, interno de la cárcel Puerto III, atacó el pasado miércoles a un funcionario de prisiones del centro, al clavarle en un glúteo un bolígrafo de plástico, causándole una herida de seis centímetros de profundidad.
El interno cumple una pena en primer grado por delitos relacionados con el narcotráfico, y en el momento de la agresión estaba destinado en el módulo 15 de la cárcel portuense, en una celda de aislamiento, debido al carácter problemático que el preso había demostrado. No en vano, días antes, había atacado a otros funcionarios al arrojarles una televisión de plasma de unas 15 pulgadas con la que contaba en su celda. Además, contaba con una larga lista de altercados anteriores en otros centros penitenciarios en Galicia y en la vecina Puerto I, del que había sido trasladado.
El miércoles, de nuevo, el preso comenzó a montar un escándalo. Eran la diez menos cuarto de la noche, la hora del recuento, y el reo estaba como poseído: daba golpes en las paredes, gritaba, insultaba y amenazaba a los funcionarios a los que llegó a escupir con la intención de provocar que lo redujesen. Que se acercaran para lanzarse a agredirles con el bolígrafo.
En este tipo de casos, los funcionarios acceden a las celdas preparados, ya que esperan un evidente ataque violento, por lo que utilizan equipos de protección, chalecos, parapetos y cascos. Esta vez, el preso se lanzó al glúteo de uno de los funcionarios, un lugar más desprotegido, donde le causó una profunda herida incisa de seis centímetros, que en caso de haberse dado en otra parte del cuerpo podría haber afectado algún órgano importante.
Tras la agresión el funcionario fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido de la herida, según informó el sindicato de prisiones Acaip, que denuncia que las amenazas a funcionarios «no son hechos aislados», «sino que son sucesos que ocurren a diario en los centros penitenciarios».