El enemigo estaba en casa

El Murcia de Clemente no era rival. Los granas se encuentran inmersos en una impresionante crisis de juego y resultado, que se acentúa especialmente cuando se encuentra lejos de La Nueva Condomina. El rival ayer estaba en casa, se encontraba entre los azulinos. Concretamente, entre los defensores, pues fueron los propios xerecistas los que se complicaron la vida sobremanera hasta tres veces en un partido que podrían haber ganado sin mayores complicaciones. En condiciones normales y si la efectividad del Xerez se encontrara en la media normal, los de Esteban le podían haber metido ocho al equipo de Clemente, pues ocasiones tuvieron. Muchas y claras. La cosa es que nuevamente hicieron un fútbol de una categoría superior, pero acompañado de un olfato goleador de Segunda B. Para colmo, y cuando más se estaba perdonando ante Elía, apareció Crespí, Chema e incluso puntualmente Mendoza para poner cuesta arriba lo que debía haber sido un paseo militar.

Antes de que el Murcia se adelantara en el marcador en el minuto 17, los azulinos sumaron cinco ocasiones para estrenar el luminoso de Chapín. Viqueira, Bermejo, Pedro Ríos y Antoñito, por dos veces, pusieron a prueba al meta pimentonero pero ninguno de ellos atinó a superarlo. El único que rebasó al meta grana fue Antonio, pero cuando el esférico botaba hacia la línea de gol apareció Mejía para impedirlo.

En la portería contraria todo fue diferente. A la primera, se abrió la lata. Casi sin quererlo, como si no fuera la cosa, sin hacer prácticamente ruido hasta el momento de celebrarlo, el Murcia se adelantaba. Montoro lograba cabecear ante a la endeble marca de Mendoza y la escasa resistencia de Chema. El portero de Orihuela miraba al lateral y este, sin saber muy bien qué hacer, reclamaba al línea una falta que no pitó.0-1, pero se mantenía la esperanza. Aún era posible.

El tanto en contra hizo daño, pero pronto se retomó el goteo de ocasiones. Aythami y otra vez Antoñito, pero la falta de efectividad seguía ganando. El marcador del Deportivo no se movía cuando de pronto apareció Crespí para complicar aún más la mañana. El mallorquín falló en un despeje sencillo y cuando ya se había metido en la boca del lobo trató de despejar con tan mala fortuna que su lanzamiento superó de perfecta vaselina a Chema. 0-2, comenzaba a parecer imposible.

Si el primer error amputó la moral xerecista, el segundó lo dejó tieso. Por suerte para los azulinos, el colegiado pitó pronto el final de la primera parte y Esteban -posiblemente el único de los presentes en Chapín que continuaba creyendo en la victoria- inyectó positivismo en el vestuario.

El malagueño no hizo cambio alguno. Le valía su once inicial, y de hecho respondieron de manera espectacular. La banda izquierda se convirtió en una mina en la que el oro lo sacaba la sociedad Mendoza-Momo. Entre el canario y el jerezano fabricaron una jugada que serviría de punto de inflexión a los de Esteban. El lateral fue derribado en el área por Elía y el colegiado no dudó en marcar penalti y expulsión. Momo materializaba la pena máxima y el Deportivo se lanzaba descaradamente, ya no a por el empate, si no a por la victoria, pues las tablas llegaban sólo cuatro minutos más tarde. Otra ración de salsa canaria y Aythami cabeceaba al fondo de la red un córner sacado en corto.

La remontada la culminaba Bermejo tras otra magnífica triangulación entre Momo y Mendoza. El cabezazo de Mario, inapelable.

Más dificultades

Una vez llegado el tanto de la remontada parecía que los goles podían ir cayendo con el paso de los minutos, pues además, quedaba bastante, pero Chema contribuyó a que el triunfo del Deportivo estuviera cargado de épica. Esta vez el portero se metía en el papel de villano y con una tremenda cantada permitía que el Murcia volviera a igualar. Un indefenso centro de Xisco Campo se escurrió entre las manos de un Chema que no le quedó otra que lamentarse y pagarla contra el piso de Chapín tras ver cómo el cuero acaba en el fondo de su portería tras meter la puntera Dialiba.

Pero Esteban seguía creyendo. De hecho, el técnico del Xerez celebró por todo lo alto el golazo de un Momo que volvía a colocar por delante a los suyos poco después. El canario cerraba su mejor partido como azulino con un tanto por la escuadra. El zurdo recibió en el pico del área y tiró de colocación para superar a un Alberto que realizó una perfecta estirada para la foto.

El festival azulino continuó con la entrada de Carlos Calvo, Brian y Calle. El argentino dejó un buen regate que sirvió para que el colegiado volviera a marcar el punto de penalti y para que Calle se estrenara como goleador esta temporada y cerrara con un 5-3 un partido que se podía haber ganado de manera mucho más sencilla.

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