El fallecido lideró la 'banda de la carretera' que atemorizó el norte del país en los 80
Cristóbal y Manuel Flores fueron detenidos en 1991 durante el funeral de su hermano José, quien murió como Cristóbal durante un tiroteo con la Policía
Actualizado: GuardarDicen las informaciones de la época que escribieron una de las páginas más dramática de la crónica negra del país. El fallecido Cristóbal Flores Arenas, en compañía de su hermano Manuel, fueron apodados a finales de los ochenta como la banda de la carretera, la cual sembró el terror entre 1989 y 1991. Atracos, asesinatos y violaciones dejaron a su paso por Castilla y León, La Rioja, Aragón y Cataluña durante unos años en los que se dedicaban a robar especialmente a los camioneros que hacían un alto en el camino para descansar. Sus víctimas favoritas eran los extranjeros que elegían al azar cuando salían de cacería. Siempre de noche y con la cara cubierta, estos delincuentes terminaron cayendo cuando acudieron en diciembre de 1991 al entierro de otro hermano, José, quién había fallecido durante un tiroteo con la Policía. Casi 17 años después, Cristóbal ha terminado sus días de la misma manera.
El sepelio se celebró en su localidad natal de Buñel (Navarra) y allí fueron apresados por la Guardia Civil, que contó con la colaboración del propio Manuel Flores quien indicó dónde guardaban el armamento y la munición. Entre las armas requisadas había una escopeta de caza -recortada y de la marca Benelli-. Tanto en el asesinato de Tamara Leyton como en el robo frustrado de El Berrueco y el asalto al control de Setenil, los disparos salieron de un arma similar a las que emplean los cazadores.
Huesca y Burgos
Dos audiencias provinciales, la de Huesca y la de Burgos, los sentó en el banquillo en 1994 y al año siguiente. Ambos procesos se saldaron con sentencias condenatorias que imponían más de cien años de presidio para cada uno por cometer una treintena de delitos-, aunque la legislación española en la fecha en la que fueron enjuiciados sólo permitía un cumplimiento máximo de 20 años como regla general.
El rosario de hechos delictivos que cometieron era espeluznante y cogía un amplio abanico de fechorías, desde el robo a mano armada hasta la violación. Durante el juicio celebrado en Huesca, el tribunal puso especial interés en un episodio ocurrido el 6 de noviembre de 1991, pocos días antes de que el Clan de los Flores fuera desmantelado y al que también pertenecía el primero de los hermanos que murió tiroteado.
Según la sentencia de la Audiencia Provincial, los Flores raptaron a una joven en Alcarrás (Lérida) y posteriormente a una pareja de novios en Fraga (Hueca). A las dos mujeres las sometieron a constantes vejaciones -consumaron hasta seis agresiones sexuales- mientras amenazaban a la pareja de una de ellas.
Huyeron de Sevilla
En el segundo de los juicios, el fiscal llegó a solicitar 318 años de cárcel para cada acusado por once atracos, uno de los cuales terminó con la muerte de un camionero, Jesús Rodríguez Amigo, de 50 años y vecino de León. Esta víctima dormía el 10 de julio de 1991 en su vehículo estacionado en la carretera N-120 de Galarde (Burgos) cuando fue tiroteado a bocajarro por los acusados.
Este historial explicaría la extrema violencia demostrada en sus golpes por la provincia gaditana, en las que no dudaban en sacar sus escopetas y emprenderla a tiros contra cualquier que se pusiera en su camino. La Policía indagaba ayer si los cuatro atracadores habían huido de Sevilla, donde se habían afincado antes de llegar a Cádiz, después de haber participado en un ajuste de cuentas a finales de los 90.
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