La ultra Le Pen busca los votos del izquierdista Mélenchon
La candidata del Frente Nacional recurre al lenguaje y propuestas de los bolivarianos
Los electores conservadores tentados de votar a Marine Le Pen contra Emmanuel Macron deberán tragarse las culebras de la candidata de extrema derecha que coquetea con la agenda, terminología y proyectos de la extrema izquierda populista en la que busca pescar nuevos votos. Cuando Le Pen recuerda los principios fundamentales de su proyecto económico, utiliza un lenguaje muy semejante al de las izquierdas bolivarianas y al de Jean-Luc Mélenchon , candidato de extrema izquierda populista.
«Todos los patriotas saben que el euro y la Unión Europea están destruyendo nuestra patria con las políticas de austeridad. El capitalismo y el liberalismo salvaje de la clase política pro europea es un desastre para los franceses más humildes y necesitados. Solo la unión de los patriotas permitirá romper con la austeridad europea que destruye nuestra nación», asegura ahora.
Marine Le Pen inicia así la campaña de la segunda vuelta electoral en un tono verbalmente histérico y apocalíptico , con el que lanza su campaña también para las legislativas, a la vista de la derrota que anuncian los sondeos el próximo 7 de mayo. Le Pen consiguió en la primera vuelta del domingo un resultado históricamente alto, el 21,3% de los votos emitidos. Se trata de un capital social y electoral muy alto, pero insuficiente para ser elegida presidenta en la segunda y definitiva ronda.
Su histórico resultado confirma la implantación definitiva de la extrema derecha en Francia
La candidata del Frente Nacional consiguió 7.679.493 votos . Un resultado histórico, que confirma la implantación definitiva de la extrema derecha en el paisaje político francés. Para ser presidenta, Le Pen FN debería ganar como mínimo entre 8 y 10 millones de nuevos electores. En la primera vuelta votaron 37.003.546 electores (el 77,77% del censo). Incluso si en la segunda aumenta la abstención y Le Pen consigue el voto de una parte de los electores conservadores de François Fillon (7.213.797 votos) y de los ultraconservadores de Nicolas Dupont-Aignan (1.695.186 votos), pasar de 7,6 millones a la mitad y un poco más de la mitad los 30/35 millones potenciales de la segunda vuelta requeriría ganar entre 8 y 10 millones de nuevos votantes, como mínimo. Pasar del 21,3% de la primera vuelta al 50% en la segunda vuelta parece un proyecto poco previsible.
Consciente de tal evidencia, Le Pen ha comenzado su nueva campaña en el tono menos razonable y más apocalíptico, con la esperanza de que quizá su previsible derrota , dentro de dos semanas, sea una buena catapulta electoral para la las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio próximos.
La primera reacción de la candidata del FN tiene el tono de la mejor tradición familiar: «Toda la clase política nacional, una banda de políticos corruptos, vuelve a sacarse de la manga la vieja carta podrida del frente republicano contra los patriotas, que somos nosotros. ¡Tanto mejor! ¡Todos los patriotas saben que yo soy la única defensora del pueblo francés! ¡Yo salvaré a Francia de esa tropa de corruptos incapaces..!».
Rival «débil e incapaz»
Ante Emmanuel Macron , Le Pen vuelve a presentarse como la salvadora de la patria en peligro, amenazada por los representantes locales del «liberalismo salvaje» : «Tengo como rival a un tipo que es un débil, un incapaz, que no tiene programa para salvar a Francia del terrorismo islamista. Ese tipo es una amenaza para nuestra nación. ¡Los patriotas unidos evitaremos ese desastre!».
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