Las siete contradicciones de Trump en política exterior
La vuelta al proteccionismo que predica no se concilia con su promesa de volver a hacer EE.UU. fuerte en el mundo
![Donald Trump, en un mitin en California](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2016/05/01/tru--620x200.jpg)
Cuando Jeb Bush, su ex rival en los primeros meses de primarias republicanas, comentó con ironía que no sabía “a qué Donald Trump hacer caso” al oírle hablar de su visión del mundo, el hermano e hijo de presidentes no tuvo que hacer muchos esfuerzos intelectuales. El discurso sobre política exterior pronunciado esta semana ha generado a Trump críticas tanto desde la izquierda como desde la derecha. Y no por su envoltorio populista sino por evidentes contradicciones internas. Estas son algunas de ellas:
1. “Estados Unidos primero”. La tonadilla o leitmotiv de Donald Trump fue recurrente a lo largo de todo el discurso de política exterior. Es un eslogan muy familiar a los norteamericanos desde comienzos del siglo pasado porque fue sistemáticamente utilizado por los enemigos de la entrada de EE.UU. en las dos guerras mundiales. El problema es que el multimillonario enfatizó tanto esa frase como la de su intención de volver a hacer a su país “fuerte de nuevo en el mundo”.
2. Terrorismo islámico. Donald Trump anunció que Daesh “tiene los días contados”. En otras palabras, que concentrará todo su esfuerzo en acabar con el peor de los movimientos terroristas islámicos, que hoy controla buena parte del territorio de Irak y de Siria. En otro pasaje de su discurso, el candidato a la nominación republicana dijo sin embargo que “no intervendrá en el extranjero”.
3. OTAN. Trump se reconoció aliancista, como todos los presidentes norteamericanos desde la Segunda Guerra, y quiso tranquilizar a los socios de EE.UU. dentro de la OTAN. Pero al mismo tiempo advirtió que Estados Unidos los dejará solos si no invierten más en gasto de defensa para aliviar el peso que actualmente soporta EE.UU.
4. Solidaridad mundial. Trump abogó por superar la “falsa canción de la globalización”, y prometió que su eventual Administración dejará de querer “reconstruir otros países”. Sus críticos no encajan esa declaración de intenciones con su promesa de volver a hacer a EE.UU. fuerte en el mundo, ya globalizado quiera o no el magnate.
5. Gasto militar. El candidato a la nominación republicana promete invertir más en las fuerzas armadas de la superpotencia, pero al mismo tiempo insiste en que los aliados europeos deben incrementar sus porcentajes de gasto militar.
6. Relación con otras potencias. Los ataques a la compleja arquitectura de alianzas de la Administración Obama se solventan con la promesa de Trump de negociar acuerdos bilaterales, cara a cara, con Rusia y con China. Demasiado simple, dicen los críticos. Un editorial de The New York Times lo refleja con acentos cáusticos: “Cuando la experiencia de alguien se limita a acuerdos inmobiliarios, todo le parece una negociación sobre el alquiler”.
7. América Latina. La falta de referencias en el discurso de Trump a las relaciones con América Latina ha sorprendido a todos, máxime cuando ha hecho de la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México una de las cuestiones nucleares de su campaña.