Scioli, blanco de las críticas de compañeros kirchneristas ante la segunda vuelta
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, guarda silencio sobre las opciones de su candidato para vencer a Macri
El kirchnerismo comenzó una campaña, que roza el ensañamiento, contra su candidato Daniel Scioli (Frente para la Victoria). La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner , parece sentirse cómoda con ella porque, desde las elecciones del domingo, guarda silencio.
El fantasma de una retirada de Scioli, en segunda vuelta, para evitar una derrota contundente, comenzó a asomarse en los rincones más oscuros de la política. Pero los leales al todavía gobernador de la provincia de Buenos Aires, lo rechazan y confirman que su candidato, considerado un corredor de fondo, “correrá esta carrera, como corrió todas a las que se presentó en su vida”.
Difícil imaginar a Scioli tirando la toalla, pese a sentir cómo le penetran las balas del fuego amigo, que diría el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Más realista es creer en el deseo íntimo de Cristina Fernández de Kirchner de que su candidato se dé por vencido sin competir. Silvia Mercado, periodista y escritora especializada en peronismo, asegura que “Cristina da ya por ganador a Macri. Su obsesión es que no supere el 54 por ciento de los votos para quedar ella como insuperable ”, ya que ese fue el porcentaje que obtuvo Fernández en su reelección en el 2011. Por eso, añade, “le está complicando las cosas. Nunca se lo va a pedir pero la mejor noticia que podría recibir es que Scioli se retira”.
Con esa idea o con cualquier otra, los estandartes del kirchnerismo arremetieron hasta contra los gustos musicales de Scioli al pedirle que deje de escuchar a Ricardo Montaner, el cantante venezolano que compuso el “jingle” de campaña . Horacio González, director de la Biblioteca Nacional y Ricardo Foster, secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, le exigieron que modifique los nombres de los ministros que anunció en un hipotético Gobierno suyo. El primero, el mismo que intentó vetar a Mario Vargas Llosa en una feria del Libro, reconoció “le voté desgarrado” y “con la conciencia repleta de conjeturas y reticencias” porque Scioli no le gusta. Foster, titular de una polémica Secretaría de pensamiento único , creada especialmente para él, fue más “entusiasta” con su voto aunque, matizó, “no me gustó que Scioli terminara en Tinelli (showman de la televisión) pero cada uno tiene su propio estilo y él ha sido fuel al suyo”.
Polémica interna
La más feroz de las críticas vino por parte de Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo . Célebre por su festejo tras el atentado a las Torres Gemelas y por hacer apología del terrorismo etarra, consideró: “Scioli no es un tipo querido, no es creíble lo que dice y las consecuencias se pagan”. Acto seguido, en declaraciones a Radio Del Plata, reconoció, “cuando Cristina propuso la fórmula, yo dije: No lo quiero a Scioli pero soy soldado de esta causa”.
Siempre presente en los actos oficiales en la Casa Rosada y sentada en sitios de privilegio, Bonafini, insistió: “Dice (Scioli) que va a ir a tocar el timbre y puerta por puerta, antes tendría que haber ido a escuchar a la gente…Mucha gente quiso hablar con él pero no escuchó, siguió con lo suyo, con La Ñata y así nos fue”, dijo en referencia al pabellón de futbol sala que construyó junto a su casa.
Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia y hombre de confianza de Daniel Scioli, salió al paso de las declaraciones de los que, presuntamente, están a su lado. “Creo que hay algunas autodefinidas almas bellas que se sentirían más cómodas si gobernara Macri porque podrían estar espiritualmente más tranquilos de que conservan su pureza”. “A mi –continuó- a Daniel y a millones de tipos nos gusta Montaner. No pasa nada, no es un tema central de Argentina ni se decide el país”. En cuanto a la posibilidad de cambiar el Gabinete de Gobierno que había anunciado Scioli, si logra imponerse en la segunda vuelta, dijo, “es posible porque lo importante es ampliar las bases de sustentación para que Daniel pueda ser presidente".