Segunda vuelta de las legislativas francesas
Macron: asalto al poder absoluto en solo 14 meses
Los sondeos predicen una victoria aplastante al partido del presidente francés, que le permitiría gobernar sin apenas oposición en la Asamblea
Emmanuel Macron y su partido reformista, La República en Marcha (LREM), pasarán a los todos los manuales de historia de conquista del poder político supremo, destruyendo a todos sus rivales y pasando de la nada a la cúspide del poder absoluto en apenas catorce meses.
Macron fue elegido presidente el 6 de mayo pasado , con el 66,10 % de los votos emitidos, que solo representaban al 43,61% de los franceses inscritos en las listas electorales. 20.743.128 ciudadanos de un país de 67 millones de habitantes, avejentado y angustiado por numerosas crisis (económica, social, política, cultural), inquieto ante el riesgo creciente de su declive, eligieron al presidente más joven de la historia del régimen (39 años) , con muy poca experiencia: dos años como ministro de un presidente catastrófico, François Hollande, cuatro como banquero de negocios (Rothschild & Cia).
Seis meses antes de su prevista dimisión como ministro, Macron fundó su partido, La República en Marcha (LREM), apoyado por su esposa y un minúsculo grupo de fieles de origen conservador, centrista, social reformista, socialistas ultra moderados.
Entre la fundación de LREM (abril 2016) y la dimisión de Macron (el mes de agosto siguiente), el futuro presidente y su micro grupúsculo fueron considerados como unos «outsiders» absolutos, totalmente fuera de juego. A la izquierda, Manuel Valls , ex primer ministro, estaba a la cabeza de todos los sondeos. A la derecha, Alain Juppé , alcalde de Burdeos, era el gran favorito cotizado como previsible futuro presidente de Francia.
La entrada en campaña de Macron, entre agosto y finales de noviembre de 2016, no significó nada. Todo comenzó a cambiar, muy rápido, el 1 de diciembre pasado, cuando Hollande anunció que renunciaba a presentarse a la reelección . El calendario político se aceleró vertiginosamente. Los Republicanos (LR) acababan de eliminar a Juppé y elegir a François Fillon candidato de la derecha a la elección presidencial.Dos meses más tarde, el PS eliminó a Valls en unas primarias igualmente desastrosas, eligiendo a un candidato condenado al suicidio, Benoît Hamon, artífice de una campaña devastadora para el socialismo francés.
El escándalo Fillon
Favorito, entre diciembre de 2016 y enero de 2017, como futuro presidente, Fillon se hundió, sin embargo, con el escándalo de su esposa y arrastró a su tumba política a la derecha de Los Republicanos. Durante varios meses, llegó a temerse que Marine Le Pen pudiera ser presidenta de Francia. Prometiendo la salida del euro, la ruptura con la OTAN y la renegociación del puesto de Francia en la Unión Europea, la candidata de la extrema derecha se hundió definitivamente, dejando todo el campo libre a Macron.
Jérôme Jaffré, politólogo, fundador y director del Centre d’études et de connaissance sur l’opinion publique (CECOP), explica la campaña electoral victoriosa de Macron: «Supo canalizar el hartazgo de la opinión pública contra los partidos tradicionales, de izquierda y derecha. El modelo electoral de la V República le ha permitido conseguir el hundimiento histórico del PS y la derecha tradicional. Votando a Macron, los electores también han insistido en su cansancio de la clase política tradicional. Y han votado y se proponen votar a favor de un presidente joven e inmaculado, al frente de un partido de gente nueva, sin antecedentes».
«Macron se ha beneficiado de una epidemia de creencia, fe, optimismo. Se trata de un fenómeno de locura de masas»
El triunfo personal de Macron, el 6 de mayo , y el triunfo anunciado de su partido, este domingo, también tuvo y tendrá una dimensión «mística», incluso «psiquiátrica», según Boris Cyrulnik, profesor de psiquiatría: «Macron se ha beneficiado de una epidemia de creencia, fe, optimismo. Se trata de un fenómeno de locura de masas, que estalla tras una gran crisis, un gran periodo de angustia social. La gente desea creer en algo. Y el salvador de la patria llega en ese momento. Se trata de un fenómeno de psicología social, mucho antes que político». ¿Puede durar mucho esa epidemia de optimismo?: «Las epidemias terminan por desaparecer. De momento, Macron navega por esa ola de optimismo. Quizá puede durar. Inevitablemente, los conflictos terminan por estallar. Veremos lo que ocurre entonces», asegura Cyrulnik.
Exbanquero de negocios, exministro de un presidente socialista, Macron hizo una campaña ni de izquierdas ni de derechas , en la gran tradición del centrismo francés (Jean Lecanuet, Giscard d’Estaing, Raymond Barre), con matices propios de la democracia cristiana y el catolicismo reformista (Paul Ricoeur).
Cóctel ideológico
Pascal Perrineau, catedrático en Sciences Po. («vivero» de las élites políticas francesas), explica de este modo el cóctel ideológico triunfante: «Queda claro que el liberalismo económico de Macron está muy cerca del liberalismo de la derecha, mientras que su liberalismo cultural está más próximo de la izquierda. El reformismo de Macron es de izquierdas en el terreno cultural y de derechas en el terreno económico».
La República en Marcha podría tener hoy entre 400 y 440 diputados, según «Le Figaro»; la derecha de LR bajaría de 199 a entre 95 y 132 escaños
Ivan Krastev, politólogo, estima que un poder personal y un poder parlamentario tan absolutos tienen riesgos de nuevo cuño: «El problema, mañana, es que mucha gente continuará esperando cambios. Pero no todo el mundo aspira a los mismos cambios. Un partido único tan dominante en la Asamblea Nacional corre el riesgo de transformar la calle en la principal fuente de oposición para Macron y su gobierno. Perspectiva inflamable y peligrosa».
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