Edouard Philippe afirma que la economía de Francia «se sienta sobre un volcán»
El primer ministro presenta un panorama sombrío ante la Asamblea y alude a la «gravosa herencia» de Hollande
Edouard Philippe , primer ministro de Emmanuel Macron , hizo ayer ante la Asamblea Nacional un balance cruel del estado económico de Francia. Su programa fue no obstante modesto e impreciso para afrontar una situación de crisis «sobre un volcán que ruge amenazante».
El lunes, el presidente Macron esbozó un panorama mesiánico de una «Francia conquistadora».
El martes, ante la Asamblea Nacional que debía votar su confianza, Philippe resumió de este modo el estado económico y social de la nación: «Francia está contra las cuerdas. Debemos actuar con rapidez y energía. La deuda asciende a los 2.147 millardos de euros : estamos sentados sobre ese volcán que ruge cada día más fuerte, amenazante. Nuestro crecimiento económico es muy modesto, por debajo de la media europea. La desindustrialización ha crecido de manera angustiosa…».
Insistiendo en la gravedad de la situación y la dureza de las medias que «será necesario tomar», Philippe recordó la herencia presupuestaria de François Hollande: un agujero sin financiación de más de 8.000 millones de euros.
Esbozado esa situación de crisis nacional, Philippe recordó los grandes principios presupuestarios, sin concretar el contenido concreto de los recortes necesarios.
El candidato Macron había prometido reducir al 2,8 % el déficit público, este año. Su primer ministro recortó tal ambición, comprometiéndose a situar el déficit «por debajo» del 3 %. ¿Cómo? Nadie lo sabe. Si Francia cumpliese tal promesa tendría que realizar, este año, entre 4.000 y 5.000 millones de euros de recortes del gasto público, comenzando por la masa salarial de los funcionarios, primera partida de los presupuestos del Estado. El candidato Macron había prometido la supresión de 120.000 puestos de funcionarios. Promesa aparentemente aplazada sine die.