Duterte asegura que dimitirá de su cargo de demostrarse que acumuló cerca de 37 millones de euros de forma ilegal
La polémica tiene su origen en el senador filipino Antonio Trillanes, quien ya realizó alegaciones similares durante la campaña electoral del pasado año
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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte , ha asegurado que dimitirá de su cargo de demostrarse las acusaciones vertidas sobre una presunta fortuna no declarada cercana a los dos mil millones de pesos (37 millones y medio de euros).
La polémica tiene su origen en el senador Antonio Trillanes, quien ya realizó alegaciones similares durante la campaña electoral del pasado año, y quien asevera el montante fue acumulado en varias cuentas entre 2006 y 2015, cuando Duterte era alcalde de la ciudad de Davao.
De igual modo, Trillanes destaca que, entre 2003 y 2016, tres de los hijos de Duterte también recibieron cerca de 368 millones de pesos en depósitos (6,9 millones de euros), mientras que su actual pareja, Cielito Salvador Avancena, cobró más de 187 millones de pesos (3 millones y medio de euros) entre julio de 2004 y marzo de 2016.
«Si Trillanes puede probar su alegación de que he acumulado dos mil millones (de pesos) de forma ilegal o si esa cuenta bancaria a mi nombre tiene algún depósito total de solo medio millón, renunciaré a mi cargo de presidente inmediatamente», destacó Duterte en un comunicado.
Éste no es el primer escándalo económico que salpica a un mandatario filipino .
De acuerdo con una estimación del Tribunal Supremo de Filipinas, en sus años en el poder, la familia del dictador Ferdinand Marcos, quien gobernara con mano de hierro el país entre 1965 y 1986 , había acumulado hasta 10.000 millones de dólares. De toda esta expropiación, en tres décadas tan solo se ha recuperado una ínfima parte.
Guerra anti-droga
Desde su investidura el pasado 30 de junio, Duterte ha lanzado una cruenta guerra contra el narcotráfico que ya supera las 7.000 muertes, según cifras oficiales de la Policía.
A finales del pasado mes, el presidente filipino confirmaba su intención de extender esta campaña hasta el fin de su mandato, en 2022.
En septiembre, el mandatario había pedido una prórroga de tan solo seis meses.
«No me di cuenta de la gravedad y la seriedad del problema (de las drogas) hasta que me convertí en presidente», aseguró entonces Duterte. «Necesitaríamos tiempo para poner todo en orden. Denme una extensión, tal vez de otros seis meses», añadió.
Sin embargo, el mandatario muestra ahora un nuevo plazo. «La extenderé hasta el último día de mi mandato... (El vencimiento de) marzo ya no se aplica», destacó Duterte, quien mostró también su intención de disolver las unidades anti-droga en la Policía.
Numerosas organizaciones, entre ellas, la iglesia católica de Filipinas, han criticado con dureza esta guerra anti-droga que atraviesa el país.
En una carta pastoral, la Conferencia Episcopal de Filipinas denuncia «el reino del terror» actual. De igual modo, la institución recuerda que «consentir y guardar silencio frente al mal es ser cómplice de él».