La candidatura de Macron divide aún más al PS francés
El exministro de Economía de François Hollande lídera el ala del «social liberalismo»
Con las elecciones presidenciales de abril-mayo de 2017 a la vista, y con la aspiración de liderar el progresismo, Emmanuel Macron , exministro de Economía de Hollande, abre un nuevo frente de división entre las familias socialistas , agravando la crisis de unas izquierdas balcanizadas. Antiguo alto ejecutivo de la Banca Rothschild, Macron dimitió como ministro el pasado abril para preparar su candidatura a la Presidencia, anunciada ayer.
Macron es el quinto candidato de izquierdas a la jefatura del Estado, a la espera que François Hollande y Manuel Valls, decidan o no decidan presentar las suyas. Después, el Partido Socialista nombraría su candidato oficial a mediados del mes de enero próximo.
Yannick Jadot ya es el candidato de Europa Ecología/Los Verdes a la elección presidencial. Jean-Luch Mélenchon, exministro socialista, líder del Frente de Izquierdas, dice aspirar a representar a la «Francia insumisa» , furiosamente anti-Hollande. Benoît Hamon y Arnaud de Montebourg, exministros socialistas, participarán en las primarias del PS el próximo enero. Ambos esperan federar a las familias socialistas hostiles a la pareja Hollande-Valls.
Hollande anunciará antes de finales de año su renuncia o su candidatura a la reelección como jefe del PS. Si Hollande renunciase, se presta a Manuel Valls la intención de presentar su candidatura al liderazgo «unitario» de las familias socialistas. Ante tan variopinta y antagónica relación de aspirantes de izquierdas a la Presidencia, Emmanuel Macron decidió avanzar su propia candidatura al frente de un grupúsculo, «¡Adelante!», que oscila entre el centro izquierda, el «social liberalismo» y el «socialismo moderado». Macron espera poder contar con el futuro apoyo de personalidades socialistas calificadas de reformistas y de disidentes del centro derecha tradicional. El exministro de Economía de Hollande califica ese coctel de familias de diverso origen como un «frente de los progresistas». Y espera desmentir los sondeos que lo sitúan, de entrada, en tercero o cuarto lugar en el resultado de la primera vuelta, a finales de abril. Sea cual sea el resultado de la operación Macron, se trata de una puñalada trapera a Hollande y Valls , que aspiraban a ser ellos quienes pudiesen encarnar la defensa electoral del tal «frente progresista».
La gran ventaja y la gran debilidad de Macron es su palmaria virginidad, inexperiencia y falta de base política: no tiene partido , nunca ha tenido implantación electoral de ningún tipo, y su experiencia en la gestión de la cosa pública se resume en dos años de consejero de Hollande y dos años de ministro de Economía.
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