Alemania contiene la respiración durante el recuento tras el voto de las bases del SPD

Si vence el «no» de los militantes socialistas a la Gran Coalición con Merkel, se repetirán las elecciones

Kevin Kühnert, líder de las juventudes del SPD EFE

ROSALÍA SÁNCHEZ

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) cruzó a media noche de ayer el Rubicón de la gran coalición. A esa hora terminaba la recepción de votos por correo en la consulta entre sus 463.723 militantes sobre si el partido debe o no volver a gobernar con Merkel . “Si los militantes rechazan el pacto de coalición no habrá ni un gobierno de minoría ni una nueva negociación de la coalición Jamaica, sino nuevas elecciones ”, advertía anoche el vicepresidente del SPD, Thorsten Schäfer-Gümbel . Lo que está en juego es si se da o no una salida a esta situación de bloqueo político y el SPD debe adoptar una posición de responsabilidad nacional”, dijo por su parte el ministro de Exteriores y ex presidente de la formación política Sigmar Gabriel . En el otro extremo de la arena socialdemócrata, el jefe de las juventudes del partido (Jusos), Kevin Kühnert , promotor de una feroz campaña en contra de la gran coalición, declaraba que “la oposición a la gran coalición dentro del partido es enorme y, aunque no todos los que están en contra votarán finalmente en contra, estoy convencido de que podemos sacar más del 50% de los votos”.

A lo largo de todo el día de hoy, mientras Berlín contiene la respiración, tendrá lugar el escrutinio en la Casa Willy Brandt de Berlín, una tarea que llevarán a cabo 120 voluntarios que cuentan con seguir trabajando ininterrumpidamente durante la noche del sábado al domingo y en condiciones de estricto hermetismo: los voluntarios habrán debido entregar sus teléfonos móviles para evitar filtraciones y no podrán comunicarse con el exterior hasta pasadas las nueve de la mañana del domingo , hora en que se darán a conocer los resultados en una rueda de prensa.

El desenlace es imprevisible , teniendo en cuenta, además, que desde enero el SPD ha inscrito unas 40.000 nuevas afiliaciones, incluidos ciudadanos no necesariamente afines al partido, sino atraídos por la llamada de los Jusos a afiliarse para poder votar en contra de la gran coalición. Otra de las características más polémicas de esta votación es que en ella participan personas a partir de 14 años y extranjeros , que no han podido votar en las elecciones alemanas porque la Constitución no lo permite pero que participarán ahora en la elección de gobierno directamente a través del partido. “ La Constitución deja completa libertad a los partidos sobre el proceso interno de toma de decisiones así que no creo que haya nada que aclarar”, zanja Kevin Kühnert ante esta pregunta, “un afiliado un voto, y eso mostrará cuál es el verdadero sentir de este partido, al margen de lo que, por propio interés, esté tratando de imponer la directiva”.

Tal y como afirma Kühnert, se trata de un colectivo de comportamiento mucho más difícil de calibrar que el de los 600 delegados del partido , que en el congreso federal del pasado enero dieron luz verde a negociar otra gran coalición con el bloque conservador por un ajustado 56 % . La cúpula apoya en pleno la reedición de la alianza de Gobierno y defiende el pacto alcanzado con el bloque conservador de Merkel, según el cual corresponderá al SPD seis ministerios, entre ellos tres de gran peso como Exteriores, Finanzas y Trabajo. Los Jusos defienden que el SPD debe regenerarse en la oposición tras dos legislaturas gobernando bajo Merkel y después de haber caído en las generales a su mínimo histórico, un 20,5 %. Pero desde el 24 de septiembre, fecha de las elecciones en la que obtuvo ese resultado, las encuestas han ido en picado y, si hoy se repitiesen las elecciones, el SPD obtendría solamente el 15,5% de los votos, por detrás incluso del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD), convertido ya en la segunda fuerza política del país.

En la trastienda de esta consulta a las bases, la directiva del partido está sufriendo una remodelación casi completa, tras la renuncia como jefe del partido y futuro ministro de Exteriores de Martin Schulz . La doble retirada se produjo unos días después de presentarse el pacto de gobierno y en medio de fuertes presiones sobre quien había sido el candidato del SPD en las generales. La diectiva socialdemócrata ha tratado de dar imagen de cohesión ante una consulta para la cual, sin embargo, de imponerse el no, no hay “plan B”, según ha reconocido la jefa del grupo parlamentario, Andrea Nahles , quien aspira, con el respaldo de la dirección, a ser elegida líder del partido en el siguiente congreso del SPD, el 22 de abril.

Los 45 miembros de la cúpula del SPD permanecerán reunidos todo el domingo, desde antes de darse a conocer los resultados de la consulta hasta después de ese anuncio, ya que sea cual sea el desenlace deberán abordar los pasos a seguir, incluida la designación de sus ministros, en caso de ganar el sí. En caso de que la militancia socialdemócrata dé luz verde a una gran coalición, se estima que Merkel se someterá al voto del Parlamento (Bundestag) para un cuarto mandato el próximo 14 de marzo, casi seis meses después de las elecciones generales. Pero nadie lo da todavía por hecho. En la sede de la Unión Cristianodemócrata, el partido de la canciller, también se monta guardia este fin de semana, con varios equipos de contingencia preparados para elaborar reacciones a lo que quiera que surja de la consulta a las bases socialdemócratas.

Alemania contiene la respiración durante el recuento tras el voto de las bases del SPD

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