El Pentágono presiona para mantener las tropas en Afganistán

Médicos Sin Fronteras quiere una investigación internacional sobre el ataque a su hospital

El Pentágono presiona para mantener las tropas en Afganistán afp

manuel erice

Es pronto para saber si la trágica pifia afgano-norteamericana en Kunduz va a traer consigo un cambio en la estrategia sobre Afganistán, pero, como mínimo, ha reforzado la posición del Pentágono de que la prevista salida de todas las tropas en 2016 sería un error. Mientras Médicos Sin Fronteras no se conforma con la llamativa asunción de culpas (el presidente Obama llamó ayer por teléfono a su directora para excusarse ) y exige una investigación independiente sobre el ataque al hospital, en el que murieron 22 personas, la comparecencia del general John Campbell asentó la idea de que el Ejército afgano está lejos aún de garantizar la estabilidad del país frente al empuje talibán. La distancia entre lo que piensan los generales y el plan que aprobó el presidente norteamericano hace casi dos años es notable, aunque todo apunta a que Obama puede aceptar la nueva propuesta.

La corriente de opinión contraria a la salida total de las tropas estadounidenses de Afganistán es creciente. A las críticas republicanas y la opinión del Pentágono se suman cada vez más analistas y expertos independientes, preocupados por el enorme revés que supondría una involución yihadista en el país que invadió la coalición que lideraba Estados Unidos en 2001, tras el ataque a las Torres Gemelas. Después del erróneo ataque a la norteña ciudad afgana, el general John Campbell fue contundente en el Senado al dar por liquidado el plan de retirada actual: «Nuestra salida no nos permitiría controlar las operaciones antiterroristas y la capacidad de las fuerzas afganas se vería muy limitada».

El alto mando militar de Estados Unidos y de las fuerzas aliadas en Afganistán explicó además que desde 2014 « han variado las condiciones sobre el terreno», tanto por el crecimiento de Estado Islámico como por el incremento de la violencia del yihadismo talibán.

El plan que personalmente supervisó y aprobó Obama como comandante en jefe prevé que desde finales de 2016 Estados Unidos mantenga únicamente un millar de personas , la mayoría militares, como integrantes de una base-embajada. En la actualidad, los norteamericanos cuentan con casi 10.000 soldados desplegados en el país.

Entre las propuestas alternativas que baraja el alto mando militar y que presentará en breve al presidente estadounidense, la que gana más fuerza es la de que Estados Unidos continúe uno o dos años más, con un máximo de 5.000 soldados y dos o tres bases. Estaría integrado en su mayoría por fuerzas especiales de combate especializadas en combatir el terrorismo yihadista de los talibanes.

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