Japón acaba con la norma que le impedía las operaciones militares en el extranjero
Con un rechazo social del 80 por ciento y el boicot de la oposición, el Parlamento entierra el pacifismo de la Constitución nipona, que prohibía estas misiones
Con un fuerte rechazo social y la oposición ausentándose de la votación, la Cámara Baja del Parlamento nipón ha aprobado este jueves las reformas legales que permitirán al Gobierno enviar misiones militares al extranjero. Hasta ahora, dichas operaciones estaban prohibidas por el artículo 9 de la Constitución pacifista de Japón, impuesta hace siete décadas por Estados Unidos al término de la II Guerra Mundial para evitar otra contienda. Pero el Ejecutivo del primer ministro Shinzo Abe, que fue reelegido por amplia mayoría en diciembre, reinterpretó dicha norma el año pasado para que las Fuerzas de Autodefensa – como se denomina al Ejército en Japón – pudieran salir de sus fronteras.
A pesar de que el 80 por ciento de la población se opone a este cambio , que muchos expertos legales han calificado de inconstitucional, Abe se ha empeñado en reforzar el papel militar de Japón por el auge de China y la siempre presente amenaza de Corea del Norte, entre otros motivos. «La seguridad alrededor de Japón se está volviendo cada vez más complicada. Estas reformas son necesarias para proteger la vida de los japoneses e impedir una guerra antes de que estalle», argumentó el primer ministro tras la votación, según informa la agencia France-Presse.
Mientras cientos de personas protestaban frente al Parlamento, donde el miércoles se congregaron 60.000 manifestantes , la oposición boicoteaba la votación y se marchaba de la sala al calificarla de «antidemocrática» y «forzada». Para Katsuya Okada, jefe de la oposición, se trata de «una mancha en la democracia» porque ha sido rechazada por la mayoría de los japoneses, informa EFE.
Buena prueba del acalorado debate que esta reforma ha suscitado es la tensión creciente en la Cámara Baja nipona, donde los diputados opositores han mostrado su rechazo a voces y esgrimiendo pancartas contra la política de Abe. «Esta nueva legislación cambiará el modo en que Japón ha buscado la paz desde el final de la guerra. La existencia de nuestra Constitución está amenazada, la soberanía del pueblo está amenazada y nuestra democracia está amenazada », le reprochó a Abe antes de la votación uno de los miembros de la oposición, Kiyomi Tsujimoto.
Uno de los aspectos más controvertidos de la nueva legislación es que permitirá a las fuerzas armadas niponas entrar en combate para proteger a sus aliados – léase Estados Unidos en el Pacífico – incluso aunque su territorio no se vea amenazado. Para muchos japoneses, que hasta ahora se enorgullecían de una Constitución pacifista única en el mundo , se trata de un regreso al militarismo que llevó al imperio del Sol Naciente a invadir buena parte de Asia hace siete décadas.
Pero el primer ministro Abe, que también ha elevado los presupuestos de Defensa durante los últimos años, insiste en el derecho a la «defensa colectiva» y se ha propuesto relanzar la influencia internacional de Japón, considerado hasta ahora un gigante económico y un enano político.
Una vez aprobadas por la Cámara Baja, las reformas serán debatidas en un plazo de dos meses por la Cámara Alta, donde el partido de Abe y sus aliados del Nuevo Komeito también tienen mayoría. Aun en el improbable caso de que sean rechazadas o enmendadas, su ratificación está asegurada porque la decisión final le corresponderá a la Cámara Baja.