¿Qué están negociando hasta la extenuación Grecia y Bruselas?
Para el posible acuerdo entre Atenas y sus acreedores, el Gobierno heleno, de izquierda radical, ha debido hacer una serie de concesiones
El anuncio de que el Banco Central Europeo (BCE) aceptaba otorgar una nueva ayuda de emergencia al sistema financiero griego se convirtió ayer en el primer indicio de una pronta solución de la crisis helena, tras semanas de infructuosas negociaciones, reuniones sin fin y diálogo de sordos. Antes de que los ministros de Finanzas se reuniesen en el cónclave extraordinario que antecedió a la reunión de los líderes de la Eurozona , la decisión del BCE había espoleado a los mercados que daban por hecho que el acuerdo entre Grecia y sus acreedores será posible esta semana.
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Pero para el posible acuerdo entre Atenas y sus acreedores, el Gobierno heleno, de izquierda radical, ha debido hacer una serie de concesiones.
Superávit primario
Alexis Tsipras acepta un 1 por ciento de superávit primario en 2015 que llegaría al 3,5 por ciento en 2018 . Un compromiso con el que se comprometen a aumentar sus ingresos y reducir gastos. Aunque unos y otros saben perfectamente que después de más de cinco meses perdidos en una negociación bloqueada, es una incógnita saber cómo va a ser posible llegar a alcanzarlo. Hasta ayer el Gobierno griego admitía solamente medio punto de superávit presupuestario.
Endurecimiento de las jubilaciones
El Gobierno griego se compromete a retrasar la edad de jubilación y a endurecer las prejubilaciones de forma gradual. La edad de jubilación será de 67 años en el año 2025 . El problema para los acreedores es que la reforma se hará de forma muy gradual. El recorte en las pensiones será de apenas el 0,37 del PIB en este año e irá creciendo en años posteriores. Por la restricción en prejubilaciones prevé ahorrar 360 millones.
Tres tramos del impuesto del IVA
El Ejecutivo de Tsipras prevé tres tramos del IVA: uno superreducido del 6 por ciento para productos médicos y libros; uno reducido del 13 por ciento para productos básicos, como alimentación y energía (aunque también van incluidos los hoteles); y un tipo general del 23 por ciento para el resto de productos. Con esta propuesta Atenas asume parcialmente las exigencias de la «troika», pero mantiene varias exclusiones que aún serán objeto de negociación.
Eliminación de subsidios
Atenas acepta la supresión gradual y a partir del año 2018 del controvertido subsidio para jubilados. En el futuro, los beneficiarios se atendrían al régimen de pensiones habitual para todos. Asimismo aumentarán las contribuciones al sistema de seguridad social las aportaciones de los jubilados al sistema de salud. Algunas de estas concesiones podrían enfrentarse al rechazo del ala dura de Syriza, que no está dispuesta a dar marcha atrás en sus promesas.