Valls salva en Francia la moción de censura con 289 votos a favor y 234 en contra

Muchos socialistas se han abastenido para expresar así su protesta contra el presidente Hollande

Valls salva en Francia la moción de censura con 289 votos a favor y 234 en contra afp

juan pedro quiñonero

El debate parlamentario previo al voto de censura contra la Ley Macron, proyectada para «liberalizar» aspectos muy marginales de la economía francesa, confirma que las divisiones y tensiones del Partido Socialista están paralizando Francia, bloqueando reformas imprescindibles y penalizando a toda Europa.

La votación de la moción de censura se ha confirmado este jueves, tras un agrio y esquizofrénico debate parlamentario, transformando la crisis en esperpento. Un total de 289 parlamentarios se han mostrado en contra mientras que 234 han votado a favor. En medio del caos, han sido muchos los electos socialistas que se han bastenido como manera de expresar su desacuerdo con el presidente François Hollande.

Horas antes que los portavoces parlamentarios se disputaran agriamente, para defender o denunciar el proyecto de Ley, Nicolas Sarkozy declaraba: «François Hollande ha debido recurrir a un arma de excepción, impidiendo el debate parlamentario, porque el presidente se ha quedado sin mayoría parlamentaria. Un número creciente de diputados socialistas están contra la política de su propio gobierno».

Sarkozy ponía de ese modo el dedo en la llaga más dolorosa y traumática. Hollande ordenó a su primer ministro, Manuel Valls , que utilizase el artículo 49.3 de la Constitución, para imponer un proyecto de Ley denunciado por la izquierda socialista, saltándose a la torera el debate parlamentario más elemental.

La pareja Hollande – Valls temía que el debate parlamentario hiciera imposible la aprobación de un tímido proyecto de reforma. Y prefirieron utilizar un arma estratégica, el artículo 49.3 de la Constitución, para imponer por decreto un proyecto contestado por la izquierda socialista, los ecologistas, el PCF y el Frente de Izquierdas.

El centro derecha presentó inmediatamente una moción de censura, para forzar una clarificación imposible. Medio centenar de diputados socialistas estaban dispuestos a votar contra su propio gobierno o abstenerse en una votación parlamentaria. Pero sería suicida, para ellos, votar una moción de censura que provocaría inmediatamente la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Los diputados de centro y derecha abrieron el fuego dialéctico denunciando la descomposición política del grupo parlamentario socialista.

Los diputados hostiles al proyecto de Ley Macron defendieron su disidencia con numerosos matices, que no ocultaban lo esencial: un grupo creciente de diputados socialistas contempla con inquietud la política de Hollande, cuando personalidades históricas, como Martine Aubry, o la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, tampoco ocultan sus reservas de fondo.

Ecologistas, comunistas y extrema izquierda, por su parte, insistieron en sus críticas contra Hollande, dividiéndose a la hora de votar o no votar una moción de censura que sirve de espejo de una mayoría parlamentaria balcanizada.

Manuel Valls y los diputados socialistas, por su parte, defendieron el proyecto de Ley en nombre del «coraje» para «llevar a cabo reformas necesarias».

Tras el voto esperado, Hollande y Valls podrán seguir gobernando. Pero las divisiones del PS, la debilidad del gobierno socialista, dejan al descubierto una Francia políticamente empantanada.

Valls salva en Francia la moción de censura con 289 votos a favor y 234 en contra

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación