Cameron pedirá disculpas a la Reina por contar que «ronroneó» tras el «no»
El premier británico dice que está «extremadamente arrepentido» y que «no se volverá a repetir»
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David Cameron acaba de vivir uno de los momentos más sonrojantes de su carrera como primer ministro, porque ha quedado retratado como un político indiscreto en relación a los asuntos de la Corona. El pasado lunes, un micrófono abierto lo sorprendió en Nueva York contando a Michael Bloomberg cómo había reaccionado la Reina cuando la llamó para contarle el resultado de Escocia, que rechazó la independencia por más de diez puntos. Isabel II en teoría era imparcial, pues así lo establece su mandato constitucional, pero Cameron contó que «nunca había visto a nadie tan feliz» con una noticia y que la Reina «ronroneó» de satisfacción. El primer ministro ha reconocido que fue un error y que pedirá perdón a la soberana en persona la próxima vez que se vean. «Es un asunto embarazoso y estoy extremadamente arrepentido».
Cameron se excusa diciendo que «era claramente una conversación privada», pero reconoce que «nunca la debí tener y no se volverá a repetir».
Isabel II intentó durante la campaña del referéndum de Escocia mantener la imagen de imparcialidad, acorde a sus obligaciones constitucionales, aunque no se privó de hacer algún guiño a favor de la Unión. Primero los periódicos conservadores de Londres filtraron que estaba «horrorizada» ante la hipótesis de una Escocia independiente. Luego la propia Reina advirtió a un feligrés escocés, a la salida de un oficio religioso cerca del castillo de Balmoral, que tuviesen «mucho cuidado» con lo que iban a votar. A pesar de las constantes invocaciones a su neutralidad por parte de los portavoces de Buckingham, era del dominio público que la Reina estaba en contra de la separación de Escocia y la ruptura del Reino Unido.
Cameron, que se encontraba en Nueva York en la asamblea de la ONU, fue víctima de un micrófono indiscreto cuando charlaba con Michael Bloomberg, el ex alcalde de Nueva York y propietario multimillonario de la compañía que lleva su apellido. La conversación tuvo lugar en las oficinas de Bloomberg, ante cámaras de televisión, y fue filtrada por la cadena Sky: «Estaba muy contenta con el resultado. Ronroneaba de satisfacción a través de la línea», dice el primer ministro inglés, que también confiesa a su interlocutor que en el final de la campaña él mismo pasó «momentos de muchos nervios»: «Tengo que encontrar a los de esas compañías de sondeos, quiero que respondan por las úlceras de estómago que me han causado», bromea con Bloomberg. Cameron dice que «la definición de alivio es ser primer ministro, llamar a la Reina y poder decirle que todo salió bien». El referéndum fue ganado por el «no» por más de diez puntos de ventaja tras muchas dudas en las dos últimas semanas, con una encuesta que llegó a poner al «sí» por delante.
La indiscreción de David Cameron a sentó muy mal en círculos monárquicos británicos, que recordaron que ni hablando en privado debe contar sus conversaciones particulares con la soberana. El premier se ha visto forzado a pedir públicas disculpas.
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