Ocio
Fofito busca una sonrisa por Navidad
Los payasos se entregan una navidad más a hacer disfrutar a niños y padres
Si hay una familia que se identifica con la sonrisa, ésa es la familia Aragón. Gracias a los «Payasos de la Tele» y a las aventuras y canciones de Gaby, Fofó y Miliki, tres generaciones de españoles han crecido jugando y disfrutando. Ahora, de cara a las Navidades, es Fofito quien se está encargando de llevar la felicidad a los niños con su nuevo espectáculo en el circo Gottani, en Madrid.
-¿Cómo surgió la idea de volver a actuar en directo?
-Hace un par de años coincidí con la familia Gottani, que se dedican al circo desde 1.800 generación tras generación, y surgió la idea de hacer un espectáculo conjunto. Yo tuve la suerte de conocer al abuelito de los actuales responsables, que era domador, y me gustó mucho la propuesta. Hemos montado un espectáculo en el que la primera parte es típicamente circense (con tigres, elefantes, malabaristas…) y una segunda en la que ya entramos los payasos.
-¿Qué queda del espíritu de los “Payasos de la Tele”?
- Pues casi todo, porque con la ayuda de mi hija Mónica reproducimos los que eran esos programas míticos: las canciones, las aventuras, los juegos familiares… para nosotros es muy emocionante ver cómo los abuelos, los padres y los niños se divierten cantando las mismas canciones de siempre.
-¿Qué diferencia hay entre el público actual y el de otros tiempos?
- En el fondo no hay mucha, porque ves las caras de los pequeños y se siguen asombrando de ver a los artistas, a los animales, a los payasos… Es estupendo ver cómo se sorprenden cuando descubren que sus padres y abuelos se saben las mismas canciones que ellos, porque «La gallina turuleca”, “Hola don Pepito” o “Susanita” han pasado de unos a otros y siguen estando vigentes. Es una forma de disfrute familiar que se da en pocos lugares.
-¿Cree entonces que el circo tradicional sigue teniendo su espacio hoy en día?
- Por supuesto, es un espectáculo único; nunca sabes lo que va a pasar a continuación y eso a los niños les apasiona. Es una sorpresa constante.
-¿Y las prohibiciones que se plantean en algunos lugares, como Cataluña, a que haya animales vivos, qué le parecen?
- Creo que son más bien acciones políticas. La mayoría de los animales han nacido en el circo y si los dejasen en libertad se morirían (no saben cazar por sí solos) por lo que no se les hace ningún bien impidiéndoles seguir en los circos. Además, es una manera única para que los niños los conozcan, porque muchos no han visto nunca un elefante tan cerca, sólo en el cine.
- Otra buena acción que produce el circo es poder integrar a niños con discapacidad. Frecuentemente acuden niños de distintas asociaciones a verles, como los de la Fundación Síndrome de West.
- Para nosotros es un auténtico placer verles sonreir. Son personas muy especiales y si podemos darles un poco de felicidad en nuestro espectáculo, nos sentimos plenamente realizados. Igual que sucede con las ventas de nuestros discos, porque una parte va dedicada a los enfermos de cáncer infantil.
Más información:
Circo Gottani, hasta final de enero en Avda. de La Gavia (Ensanche de Vallecas, Madrid).