padres e hijos
10 consejos para hacer rutas de montaña en familia
La naturaleza es una elección perfecta para pasar tiempo con los hijos
No es raro pensar en pasar un fin de semana fuera, unas vacaciones o una mañana de domingo y buscar alternativas en la naturaleza. Sin embargo, esta opción que tan atractiva parece de primeras a la hora de realizarse en compañía de niños debe seguir una serie de pautas y tener mucha precaución ya que los cuerpos de los más pequeños tienen que adaptarse de la mejor forma posible al esfuerzo que van a realizar.
Claves para ir con niños por la montaña
La sola idea de hacer una ruta por montaña suena a algo que va a ser duro y cansado y por eso, muchos padres ante las posibles complicaciones que se puedan encontrar, deciden desechar la idea pero ir con niños por la montaña no supone un peligro siempre que se extreme la atención .
Hay que seguir una serie de pautas y tener mucha precaución ya que los cuerpos de los más pequeños tienen que adaptarse de la mejor forma posible al esfuerzo que van a realizar.
1. Revisar las rutas. Es recomendable —y casi imperativo— siempre que la ruta no nos sea familiar, revisarla con antelación (aunque esto no sea siempre posible) sobre todo, si es muy larga. Los mapas no siempre se corresponden con la realidad , e incluso si lo hacen el terreno puede ser más complicado de lo que esperamos o que, por ejemplo, los puntos de agua no existan o se encuentren en otro lugar.
2. Adecuar las rutas a la edad. No es lo mismo un niño de tres años, que uno de cinco o uno de diez. Las rutas deben ir acorde a las edades de aquellos que las vayan a hacer para evitar lesiones o sobre esfuerzos.
3. Elegir bien la ropa. Esto no significa que haya que gastarse «un dineral» en equipo o material, pero la ropa sí debe ser para realizar ejercicio, transpirable y que se ajuste a la estación del año . Además, el calzado es clave para este tipo de actividades y es recomendable usar botas de montaña acompañadas de unos buenos calcetines. Tampoco se nos puede olvidar el uso de los chalecos reflectantes en caso de que algún tramo de la ruta sea por carretera.
4. La hidratación es fundamental. Si mantener el cuerpo hidratado es necesario, cuando vamos a realizar algún tipo de esfuerzo lo es más. El cuerpo sufre un aumento de su temperatura con el ejercicio y la sudoración supone una pérdida de componentes minerales que se deben reponer. La hidratación es clave para evitar cualquier tipo de «susto» innecesario como desmayos o golpes de calor.
5. Hay que protegerse contra el sol. El sol en montaña quema más de lo que parece —y más de lo que se espera— por lo que la protección solar es obligatoria . Del mismo modo, hay que proteger la cabeza de la exposición solar y se debe meter en la mochila una gorra o un pañuelo . Cuidado también con los brazos , que siempre son los grandes olvidados.
6. Tener en cuenta los límites. En primer lugar, se recomienda que la altura máxima en rutas con niños sea de, como mucho, 3.000 o 4.000 metros —si el niño es menor de 5 años—. Tampoco se recomienda dormir a una altitud mayor de 2.500 metros con niños .
7. La ruta debe verse como una aventura, como una actividad diferente. Si los niños perciben una ruta de montaña como un castigo, el objetivo de pasar un rato divertido desaparece. Comenzarán las quejas e incluso puede llegar a causar un conflicto. Por este motivo, durante el recorrido se debe buscar la forma de amenizar la marcha ya sea con canciones o con juegos (aunque tengamos que parar para ello).
También, puede ser una ocasión perfecta para fomentar la superación y estrechar lazos por lo que el ritmo de la ruta —sea en familia o con otros niños— lo debe marcar siempre el más lento .
8. Nunca deben ir solos. Aunque el niño, o los niños, se dispersen para jugar nunca hay que perderles de vista. El grupo debe ir siempre junto a pesar de las diferencias a la hora de marcar el ritmo para andar. Del mismo modo es recomendable que, en un grupo grande, un adulto acompañe al primer niño en la cabeza de la ruta y otro sea el que cierre el grupo con el último.
9. El móvil ha de estar operativo. Es conveniente llevar siempre el móvil a mano y operativo —cargado— en caso de que ocurra cualquier incidencia. El número de emergencias 112 sirve para cualquier tipo de emergencia en la Unión Europea , es gratuito y se puede llamar sin cobertura o con el móvil bloqueado.
10. Si ocurre cualquier imprevisto, mantén la calma. Ante cualquier suceso inesperado —un accidente, una ruta cortada o un cambio meteorológico, por ejemplo— es importante que los niños vean a los adultos calmados para no asustarse .