«En las fiestas los mayores bailan hasta con el taca-taca»

carlota fominaya

26/07/2015
Actualizado a las 16:11h.

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De colectivo triste, quejoso, enfermo y pasivo nada de nada. Francisco Olavarría, fundador de Serpentina Senior, no para de organizar fiestas para mayores de la «tercera y cuarta edad» que «lo dan todo». «No son lo que parecen. Yo lo que me encuentro es un colectivo todo jubiloso, con muchísimas ganas de seguir disfrutando, y con más ganas aún de que alguien les atienda. Pero ojo, que les atienda como se merecen, con respeto, cariño y ternura», remarca. Todos los días, también el 26 de julio, Día de los Abuelos , el fundador de esta simpática empresa de eventos sorpresa destinados en exclusiva a los mayores dice encontrarse con hombres y mujeres que le inspiran. «Que han pasado por miles de achaques, pérdidas, fracasos, con y sin salud... y que, sin embargo, siguen bailando hasta con el taca-taca», relata.

Antes de la celebración de sus fiestas Serpentina busca, investiga, analiza cómo es la persona mayor, cómo es su movilidad, si es viudo, casado o soltero, muy religioso o ateo, para sorprender a los homenajeados. «Ya no quieren de regalo corbatas, ni perfumes, ni nada material. Y menos que se les infantilice colocándoles un gorrito de Mickey Mouse y un diploma que diga que son "el mejor abuelo" del mundo». «Tampoco quieren un cumpleaños colectivo, con todos aquellos compañeros de la residencia nacidos en el mes de julio. ¿O acaso lo querría alguien? Es necesario que la sociedad cambie el modelo. Apostamos por un buen trato, en todos los sentidos», propone.

Por eso el objetivo de esta empresa es ofrecer experiencias memorables . «Esta es una forma de ser agradecido con nuestros mayores, a través de encuentros a medida que sean una inyección de optimismo, una píldora contra el desánimo, o una tirita de cariño. En definitiva, y a mi modo de ver, de una importante dosis de salud. Son, lo puedo asegurar, vivencias únicas que suponen una alternativa más satisfactoria al acto de regalar, sobre todo para quienes llegaron a esta edad plena de obsequios materiales».

Queda patente la visión positiva que tiene Olavarría de la vida, que le hace luchar contra todos los clichés que suelen rodear a las personas mayores. «Cuando oigo que "total, para lo que les queda" , no puedo por más que revolverme. Ése mantra sí que es triste. Además de falso, porque hasta el último segundo de tu vida necesitas sentir que eres querido y atendido». Y también después, afirma. Por ello han amplicado su negocio a la organización de funerales. Lo llaman «Cómo te gustaría ser recordado». En el último que coordinaron, tras la celebración de una misa católica tradicional, se encargaron de reunir a todos los amigos de la fallecida alrededor de una especie de altar de fotos levantado en la residencia para tomar canapés y cantar sus canciones preferidas, muy en la línea de los funerales de las películas norteamericanas. «Con este tipo de actos se trata de llevar a cabo lo que en Psicología se llama "recuerdo glorioso": de celebrar la memoria de la persona que ya no está, no la muerte». «¿A quién no le gustaría ser recordado en sus momentos más alegres?», concluye.

«En las fiestas los mayores bailan hasta con el taca-taca»

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