Estilo Real: las sandalias de Doña Letizia
El uso de sandalias en la antigüedad estaba restringido a la realeza
Tutankamón tenía 42 pares de sandalias guardadas en su tumba. Una buena colección, desde luego. Y es que los egipcios, pioneros en el cuidado del cuerpo, el maquillaje y la moda, inventaron las sandalias de cuero hace 6.000 años. En realidad, restringían su uso a las clases altas y los faraones. El resto de los súbditos iba habitualmente descalzo.
Las sandalias eran un símbolo de estatus de tal nivel que los faraones las llevaban puestas si deseaban distanciarse de los presentes. Cuando dejaban su trono momentáneamente, se colocaba un par de sandalias sobre el asiento hasta su vuelta. Como signo de pureza, utilizaban sandalias blancas en los rituales religiosos. Al final de su vida, eran amortajados con sandalias de oro.
No se diferenciaba el calzado según el sexo, sino más bien según el rango. La sandalia izquierda era idéntica a la derecha y no se utilizaban en las habitaciones privadas, solamente en el exterior.
Las mujeres más poderosas, como la reina Hatshepsut , las adornaban con pedrería o metales preciosos. Ella las puso de moda en Egipto, exportándolas incluso fuera de sus fronteras. Las profesiones que necesitaban distanciarse más del suelo, como los carniceros -a causa de los restos animales- les añadían una plataforma de corcho, convirtiéndolas en sandalias de hasta 20 centímetros. Es curioso pensar que estos estilismos estén tan de moda en pleno siglo XXI.
Los persas, griegos y romanos al invadir Egipto, dieron sucesivamente una vuelta de tuerca a este tipo de calzado. Los japoneses, crearon su propia versión –las geta-, que se llevan con calcetines –tabi-. En Alaska, combinaron el uso de sandalias de cuerdas hasta el tobillo con pieles, dando lugar a un curioso tipo de bota de pelo.
Pero durante trece siglos no estuvieron en boga en el mundo occidental, de no ser por las sandalias utilizadas por los monjes cristianos. Eugenia de Montijo , intentó ponerlas de moda a mediados del siglo XIX. Pero no fue hasta los años 30 y 40, que, por la escasez de materiales, se pusieron de moda, para consolidarse en los 60 y 70.
Actualmente, la alfombra roja de Hollywood ha hecho que las sandalias se utilicen también en invierno , aunque claramente, se trata de calzado veraniego.
La reina Doña Sofía, rara vez ha utilizado sandalias. En cambio, Doña Letizia, tras su inicial hábito de llevar peep-toes con plataforma y su posterior afición a los zapatos de salón cerrados, lleva meses luciendo sandalias de aspecto ligero. No se trata del calzado más adecuado a todos los protocolos: no olvidemos que en la historia, mostrar los dedos de los pies se consideraba poco adecuado.
La Reina Letizia, en su primera visita a París como reina , lució un precioso modelo de sandalias rosas de Magrit a juego con su vestido. Tan delicado y discreto quedó el conjunto que ha repetido durante todo este año este tipo de calzado.
En su viaje a París, con falda blanca de vuelo y camisa azul llevó unas sencillas sandalias oscuras de Carolina Herrera de tiras muy finas y tacón tipo stiletto. Hace un par de semanas, en su visita a México, Doña Letizia brilló vestida de rojo principalmente. En la ceremonia del Examen de Certificación de la Lengua Española, la Reina Letizia lució una estricta camisa de seda de color rojo oscuro y una falda blanca con un estampado de flores, acompañando todo con unas preciosas sandalias rojas de Carolina Herrera de tiras cruzadas.
Por último, hace unos días, Doña Letizia recibió junto a Don Felipe a Klaus Werner, el presidente rumano. Eligió el vestido blanco de escote asimétrico que tantas veces ha utilizado en Mallorca y las mismas sandalias doradas que llevó con este mismo vestido en su primera recepción como reina en Baleares, que había estrendo hace años, un modelo de inspiración griega en piel dorada muy favorecedor. Como cuenta la historia, es un hábito muy “real” el de llevar sandalias.
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