Ultravioleta, el color del año en 2018
Pantone elige un tono morado que teñirá todos los ámbitos del diseño. «Comunica originalidad, ingenio y pensamiento visionario», aseguran los gurús del cromatismo
La Reina Isabel II siempre lo ha tenido claro. «Para ser creída debo ser vista» . Con sus envidiables 91 abriles y 65 años de reinado, sabe que ante todo es un símbolo y que su presencia nunca debe pasar desapercibida. Desafía a la lluvia con unos distintivos paraguas transparentes y a la multitud que la rodea y a su 1,63 metro de estatura con colores chillones. En su guardarropa no hay cabida para los beiges alicaídos ni para los insulsos grises. El pasado jueves, por ejemplo, optó por un abrigo con sombrero a juego en violeta para presidir en Portsmouth la ceremonia de entrega a la Royal Navy del nuevo portaaviones que lleva su nombre. Y casualidad, o quizá no tanto, ese mismo día Pantone desvelaba cuál sería el color del 2018; exactamente el que lucía la monarca. Isabel II es toda una visionaria y se anticipa a las tendencias del mañana.
Según los gurús del cromatismo, el año que viene el greenery (un verde amarillento) dejará paso al ultra violeta, concretamente el ultra violet 18-3838. Sí, el de la lombarda, los campos de lavanda de la Provenza o el tipo de luz tan dañina para la piel. «Un tono violeta dramáticamente provocativo y pensativo, que comunica originalidad, ingenio y pensamiento visionario que nos señala el futuro» , ha declarado Laurie Pressman, vicepresidenta de Pantone.
El ultravioleta teñirá la decoración, el arte y sobre todo, la moda. Y aunque a priori sea un tono que infunde cierto temor a la hora de incorporarlo al armario, algunas firmas como Balenciaga, Gucci, Marni o Moschino ya lo han subido a las pasarelas.
Ahora bien, ¿quién está detrás de esta «autoridad mundial del color» para vaticinar qué tonalidad de la paleta se impondrá cada año? La empresa Pantone, con sede en Nueva Jersey (EE.UU. ) y creadora de un sistema de identificación, comparación y comunicación del color, envía a un grupo de diez expertos a recorrer el mundo para empaparse de las tonalidades que les transmite cada ciudad, teniendo en cuenta la coyuntura económica, política, las películas y canciones del momento... Y sin darse uno cuenta, es inevitable que vengan a la cabeza los acordes de la guitarra del desaparecido Prince y su «Purple Rain», grabado en 1984.
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