Los otros titulares de Elon Musk: divorcios, Amber Heard y problemas familiares

El magnate tecnológico ha sumado un nuevo éxito con el lanzamiento del cohete Falcon Heavy. Los éxitos laborales se suman a sus fracasos amorosos y al éscandalo de las fiestas sexuales a las que asistía

Eva Bárcena

Cruel, brillante, despiadado, revolucionario, excéntrico, visionario, engreído. Elon Musk (46) es eso y mucho más. Esta semana volvía a hacer historia con el exitoso lanzamiento del cohete Falcon Heavy de SpaceX , el más poderoso en activo. El magnate tecnológico lograba un doble golpe de efecto transportando hacia una órbita cercana a Marte un descapotable color rojo de Tesla pilotado por un maniquí vestido de astronauta.

Gracias a sus diferentes empresas - PayPal , Tesla Motors , SpaceX , Hyperloop , SolarCity , The Boring Company , OpenAI -, Musk se ha convertido en uno de los hombre más buscados de Silicon Valley, atesorando éxito tras éxito. Todo lo contrario a su vida privada, donde acumula enfrentamientos familiares, escándalos sexuales, divorcios y relaciones intermitentes con actrices internacionales.

Elon Reeve Musk nació en Pretoria (Sudáfrica), donde vivió una dura infancia en pleno Apartheid . Tímido y retraído, Elon se convirtió en un niño solitario, que sufría constantemente los insultos de sus compañeros de colegio.

Tampoco en su casa encontraba el apoyo que necesitaba. En una entrevista para «Rolling Stone», el fundador de Tesla aseguró que vivir con su padre, Errol Musk, era «una tortura psicológica», ya que era «el peor ser humano que había conocido nunca» . «Mi padre ha cometido cualquier crimen que puedas imaginarte, cualquiera», aseguraba el empresario. Por su lado, su padre siempre ha negado haber ejercido ningún tipo de violencia, si bien en una ocasión ,delante de su hijo, mató a tres personas que intentaron asaltar su casa. Los tribunales le dejaron libre de cargos al entender que todo sucedió en defensa propia.

«Yo soy el macho alfa»

Huyendo de su dura infancia en Sudáfrica, Elon Musk se trasladó a Canadá para estudiar en la Queen's University de Kingston (Ontario). Allí conoció a Justine Wilson , una atractiva joven que se convirtió en su primer amor.

Para Wilson, Musk se convirtió en su príncipe azul. «Sentía una unión muy profunda entre nosotros», reveló la escritora en un artículo para la revista «Marie Claire». Todo cambió en el año 2000, el mismo día de su boda. En pleno vals nupcial y ante todos sus invitados, Musk agarró bien fuerte a Justine y le susurró al oído: «Yo soy el macho alfa de esta relación».

Con su primera mujer, Justine Wilson

Y así fue. Dos meses más tarde del «sí, quiero», Wilson era obligada a firmar un acuerdo separación de bienes y sus gastos empezaron a ser controlados por Musk. «Destacaba mis fallos, y yo le decía que parara, que no era su empleada, que era su esposa», narró Justine en un texto autobiográfico. Sus súplicas siempre caían en saco roto: «Elon me respondía que si fuera su empleada, me hubiera despedido hacía tiempo» .

Ante las peleas constantes, los recién casados decidieron probar suerte con un cambio de aires y se mudaron juntos a Los Ángeles. Fue en la ciudad californiana donde nació el primer hijo de la pareja, Nevada, quien falleció a las diez semanas por síndrome de muerte súbita. Un golpe del que Musk jamás se recuperó, a pesar de que Justine dio a luz gemelos y trillizos en los siguientes cinco años.

En 2008, Musk solicitaba el divorcio. Entonces ya conocía a la que sería su segunda esposa, la actriz Talulah Riley . Se vieron por primera vez en el Whisky Mist, un club del West End londinense frecuentado por la jet. «Era preciosa, pero yo no paraba de pensar que no se puede hablar de nada con chicas así. Sorprendentemente, Talulah quería y sabía hablar de cohetes y coches eléctricos», rememora el magnate en uno de sus libros de memorias.

El empresario se casó y divorció dos veces de Talulah Riley

Apenas unos meses después, Musk le propuso matrimonio a la joven inglesa, de tan solo 22 años. Como no tenía un anillo que ofrecerle en ese momento, el empresario sorprendió a su joven prometida con tres: uno con un diamante gigante, otro para que lo llevara a diario y un tercero con un diamante rodeado de diez zafiros. Entonces, Musk explicaba en la revista «Forbes» que estar casado era «realmente difícil». Y Talulah reconocía que estar junto a Musk «es difícil, como una montaña rusa».

Si algo tuvo su matrimonio fueron subidas lentas y bajadas vertiginosas, aderezadas con unos cuantos giros inesperados. Se casaron en 2010, se divorciaron en 2012 y firmaron un acuerdo de divorcio de 4 millones de dólares, se volvieron a casar en 2013 -meses después de los rumores que relacionaban a Musk con la actriz Cameron Díaz-, para terminar de divorciarse de forma definitiva en 2016. Esta vez, el acuerdo de divorcio subía hasta los 16 millones de dólares. «Elon y yo somos buenos amigos. Cuando estás ocho años así con una persona, acabas por aprender a quererle» , confesó la actriz a «Daily Mail» poco después del divorcio.

La última pareja conocida de Elon Musk ha sido la actriz Amber Heard , con quien también ha vivido una historia de idas y venidas. La intérprete y el empresario comenzaron a salir en abril de 2017, poco tiempo después del polémico divorcio de Heard y Johnny Depp . A finales de noviembre de 2017 ponían punto y seguido a su relación, para reencontrarse a principios de este año.

Su última pareja conocida es la actriz Amber Heard GTRES

Su ruptura no pudo llegar en peor momento para Musk, inmerso en el desarrollo del nuevo Tesla, el Model 3, con el que esperaba que sus coches se vieran no solo como un capricho para millonarios, sino como un vehículo familiar. «Estaba muy enamorado y no estaba centrado en el proyecto. Me pasaba los días deprimido, bebiendo Red Bulls, no creo que hubiera nadie que quisiera trabajar conmigo en esos momentos. En la presentación del Model 3 hizo falta mucho maquillaje y sonrisas falsas para transmitir positividad al mercado», reconoció Musk.

Fiestas para adultos

A finales de 2017, la periodista Emily Chang publicaba «Brotopia», un libro en el que contaba los entresijos y las relaciones de Silicon Valley . Destinado a pasar sin pena ni gloria por las librerías de Estados Unidos, un capítulo llamó la atención de los medios. Chang narraba la existencia de fiestas de temática sexual en la industria tecnológica. En concreto, señalaba un evento que sucedió en junio de ese mismo año, en casa de un empresario cuyo nombre se desconoce, a la que acudió Elon Musk.

«Elon estuvo en la fiesta un par de horas y se fue tras hablar con varios emprendedores. Creía que se trataba de una fiesta de empresa con temática de disfraces», afirmaron entonces sus representantes legales. El escándalo fue tal que el propio empresario envió un comunicado a la revista «Wired» en el que acusaba a Chang de «desinformar y mentir a sus lectores» , negaba la celebración de este tipo de encuentros y afirmaba que«si buscas fiestas salvajes y desenfrenadas, Silicon Valley no es el lugar adecuado. Obviamente».

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