TMZ, la mayor y más temida fábrica de exclusivas del mundo

Esta semana anunciaron la muerte de Prince. Pagan entre 15.000 y 100.000 dólares por fotos y chismes relevantes

Prince, fallecido esta semana, en una imagen de 2014 REUTERS

María estévez

Por 50 dólares , en Los Ángeles o Nueva York, cualquiera puede comprar un billete de autobús de la compañía TMZ para disfrutar de un recorrido por las casas de los famosos, los sitios que frecuentan o incluso los escenarios en los que sufrieron algún altercado personal: el lugar donde O.J. Simpson fue detenido , la mansión de Michael Jackson , la calle donde se mató Paul Walker ... Esta semana, han vuelto a dar la campanada con la exclusiva de la muerte de Prince , en su casa de Paisley Park (Minnesota).

Entrar en el universo TMZ es participar en un foro que conjuga chismes-periodismo-reality y donde miles de personas de todo el planeta se dan cita para conocer y comentar los cotilleos más suculentos de Estados Unidos.

Basta ver cómo l as grandes empresas de información recurren a este portal como fuente solvente . Este canal de noticias por internet, que tiene s u programa de televisión en la cadena Fox , muerde allí donde otros ni siquiera saben que pueden poner los dientes. Con una legión de subordinados, a quienes se les paga por noticias en a eropuertos, playas, hoteles, hospitales y oficinas públicas , TMZ tiene como misión un osado y controvertido periodismo de «investigación»: gasta entre 15.000 y 100.000 dólares por fotos y cotilleos relevantes. En su red de informadores figuran chóferes, camareros, policías, paramédicos o abogados de poca monta.

Abierto en 2006 por el gigante AOL Time Warner , su nombre corresponde a las siglas Thirty Mile Zone (la «zona de la milla treinta en Los Angeles», donde se asentaban los estudios de cine originales). Surgió como competencia del sensacionalista «National Enquire» . Pronto, Harvey Levin , su creador, advirtió que cuanto más agresivo era su contenido, mejor era la respuesta del publico.

Levin, abogado de la industria del entretenimiento antes que empresario, consideraba que el sistema legal , desde policías hasta jueces y fiscales, no era justo cuando se trataba de juzgar a los ricos y famosos . Este Robin Hood de las noticias lanzó TMZ para exponer ante la opinión publica el doble rasero de la Justicia cuando se trataba de imponer una multa a Paris Hilton o defender a una estrella como O.J. Simpson. «No hay evidencia sin una cámara», dice. Y hace tiempo que él decidió llenar Los Ángeles de cámaras. El avance de la tecnología ha jugado a su favor.

TMZ es responsable de publicar en exclusiva los grandes asuntos del corazón de la última década . Entre otros, puso fin a la carrera de Mel Gibson por insultar a los judíos; acabó con la imagen de Tiger Woods , el sagrado ídolo del golf, cuando publicó que su mujer le había echado de casa a golpes por serle infiel; destrozó a Solange Knowles tras detallar la pelea que mantuvo en un ascensor con su hermana Beyoncé y su cuñado Jay Z ; abrió una crisis en la Familia Real británica con las fotos de la juerga sexual que se corrió el Príncipe Enrique en Las Vegas; filtró la llamada a emergencias de la hija de Demi Moore cuando la actriz sufrió una sobredosis... Además de la exclusiva del fallecimiento de Prince, ellos dieron la primicia de las muertes de Michael Jackson, Whitney Houston y su hija Bobby Brown , Sage Stallone o Paul Walker.

Antaño el paisaje del mundo del cotilleo se caracterizaba por ser un terreno prefabricado, organizado laberínticamente por los publicistas de las estrellas, que censuraban las noticias con mano de hierro . Aquel mundo de frases hechas, egos hinchados, reyes y reinas, se hundió en el mar de noticias de TMZ. El escándalo es su carta de presentación . Por supuesto, las celebridades, y sus representantes, odian a TMZ .

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