Los Macron demandan a un fotógrafo por acoso

El paparazzi trataba de obtener imágenes de las vacaciones de la pareja en Marsella

Emmanuel y Brigitte Macron se han refugiado en una residencia de Marsella REUTERS

J.P. QUIÑONERO

Emmanuel Macron (39 años) ha presentado una querella contra un fotógrafo de prensa por el presunto delito de «acoso y tentativa de violación de la vida privada». La denuncia llega después de que intentara obtener fotos del presidente de Francia y de su esposa Brigitte (64) en el Parque Talbot, un lujoso complejo turístico a las afueras de Marsella, donde la pareja pasa unos días de vacaciones en la casa del prefecto de la región. Según la versión oficial del Elíseo, el «paparazzi intentó introducirse ilegalmente» en dicha propiedad , además de perseguir en moto, «por su cuenta y riesgo», el coche oficial del jefe del Estado. Al parecer, el fotógrafo habría recibido varias «advertencias» antes de que el presidente decidiera actuar «a título de escarmiento, como advertencia».

El semanario «VSD» afirma que el fotógrafo, cuya identidad no ha sido desvelada, ya había cubierto varias estancias privadas de los Macron en su residencia familiar de Le Touquet , al norte de Francia. Según la publicación, el detenido pasó seis horas en una comisaría de Marsella, donde fue interrogado. Algunos medios señalan que un oficial de los servicios de seguridad del Elíseo habría declarado oficiosamente: « No habrá fotos del presidente y su esposa durante sus vacaciones de cuatro días . La prensa deberá acostumbrarse. Es la nueva norma». Haciéndose eco del creciente malestar entre la prensa del corazón, el semanario «VSD» escribe: «¿Se han convertido las vacaciones del presidente en un secreto de Estado, tan precioso como los códigos del arma nuclear estratégica?».

Sarkozy y Carla Bruni

Más allá del caso, la decisión de los Macron de querellarse contra un informador gráfico confirma la nueva política de comunicación del jefe del Estado. Al igual que en su día hicieran Nicolas Sarkozy y Carla Bruni , Emmanuel y Brigitte Macron han concedido a una agencia especializada la exclusiva de sus imágenes «privadas», vendidas y distribuidas con éxito dentro y fuera de Francia. Especialista en estas lides, Carla Bruni siempre se desplazaba con su fotógrafo personal, privilegio del que aún no disfruta la actual primera dama. No sin cierta coquetería, tanto Sarkozy como su sucesor François Hollande aceptaban con cierta resignación una «intromisión controlada» en su vida privada, con fines publicitarios y políticos. Los Macron, sin embargo, han decidido imponer un nuevo modelo de comunicación visual en el Elíseo bajo su férreo control.

Durante su victoriosa campaña electoral, Emmanuel Macron ya tuvo sus primeros altercados con los fotógrafos . Ahora, con esta querella el matrimonio consuma el desencuentro total. Puede que no haya fotos «oficiosas» ni «robadas» de la pareja presidencial, pero las imágenes oficiales corren el riesgo de leerse desde otros puntos de vista, incluso políticos.

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