Inglaterra salva su mayor vivienda privada

La retirada de un inversor asiático permite que la nación se quede con el palacio de Wentworth Woodhouse, de 300 habitaciones

Fachada principal del edificio

Luis Ventoso

Nunca fue mansión de reyes, pero Wentworth Woodhouse duplica a Buckingham. Situada en South Yorkshire , en el centro de Ingalterra, la vivienda, que en realidad es la suma de cinco edificios, tiene unas dimensiones que requieren un ejército de fregonas solo para limpiarla: 300 habitaciones, más de seis kilómetros de pasillos y 33 hectáreas de finca . En sus buenos tiempos 85 sirvientes se encargaban de la casa y 350 de sus jardines y campos. El precio de ese alarde arquitectónico es que hoy está hecha papilla , lo que paradójicamente ha sido una suerte para los ingleses, pues permitido que su Versalles acabe en manos de la nación.

El palacio es en la actualidad propiedad de la familia del arquitecto Clifford Newbold , recientemente fallecido, quien se lo había comprado a un banco suizo en 1999 por dos millones de euros . Aunque puso empeño y dinero en parchearlo, nunca logró devolver a Wentworth Woodhouse su esplendor de antaño. A finales del año pasado, Lake House , un grupo con base en Hong Kong, ofreció 13 millones de euros por la que probablemente es la residencia privada más grande de Europa. Pero tras recorrerla su propietario se echó atrás con un argumento elocuente: «Se cae a trozos» .

La retirada de los asiáticos ha permitido que se imponga la oferta de la asociación de amigos del palacio, Wenstworth Woodhouse Preservation Trust , que ha logrado reunir nueve millones de euros. Resulta interesante y encomiable que se trata de una iniciativa de la sociedad civil, que en Inglaterra asume muchas tareas que en las naciones latinas se descargan directamente en papá Estado. De hecho el National Trust , una asociación benéfica fundada en 1895 para preservar el patrimonio arquitectónico y paisajístico, es la mayor del país, con 4,2 millones de socios . Su misión estelar es en la práctica rescatar los casoplones que las familias venidas a menos ya no pueden mantener.

La historia de Wentworth House desborda encanto. En uno de sus inquilinos se inspiró Jane Austen para componer al noble Darcy, el introvertido héroe de «Orgullo y Prejuicio» , miembro de la familia Fitwilliams. Fueron los propietarios desde finales del siglo XVIII hasta 1979, pero nunca se volvieron a sentir cómodos tras su contencioso con el Gobierno laborista de la postguerra, que obligó a abrir una mina de carbón a cielo abierto en sus jardines. Aunque el gabinete apeló a las necesidades del esfuerzo bélico, los aristócratas siempre percibieron una cierta vendetta de clase .

De origen jacobino, la mansión debe su aspecto georgiano actual a los marqueses de Rockingham , con obras entre 1693 y 1750. El segundo marqués fue por dos veces primer ministro y en su época Woodhouse era la meca de las conspiraciones liberales. En su declinar en la segunda mitad del siglo XX, el palacio llegó a ser centro de educación física de un colegio, que utilizaba su más noble estancia, la Sala de Mármol, como cancha de bádminton . ¡Ay si Jane Austen levantase la cabeza!

Remozar Woodhouse no será fácil. Se calcula que hacen falta 54 millones de euros y más de diez años de trabajos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación