Doña Elena y sus dos hijos animan al Rey en su primer día de regatas
Don Felipe «estrenó» su viejo velero de 19 años de antigüedad, que tuvo que ser tuneado para competir en la Copa del Rey de vela
«Necesito un par de días». Esto es lo que respondió el Rey el pasado lunes, cuando los periodistas le preguntaron si tenía previsto participar en la Copa del Rey de vela , que se disputa esta semana en la bahía de Palma de Mallorca.
Pues bien, una vez transcurridos los dos días que necesitaba para atender sus responsabilidades como Jefe del Estado , Don Felipe se sumó ayer a la regata, y lo hizo a bordo de un viejo velero de la Armada Española , de 19 años de antigüedad, que ha sido rebautizado con el nombre de «Aifos» y que ha tenido que ser modificado para poder competir en esta prueba náutica. El más viejo de todos El «Aifos» está inscrito en la ORC1 , la categoría más popular de las ocho que existen en la Copa del Rey, y es el velero más antiguo de los 44 barcos que compiten en esa categoría.
La embarcación, que Don Felipe ya pilotó en 1996, cuando se estrenó, ha pasado de servir como buque escuela para los alumnos de la Armada Española, bajo el nombre de «Etea», a estar pilotado por el primer marino de España, el Rey. Pero, claro, eso no basta para conseguir una buena posición en una competición deportiva. Don Felipe embarcó en el Real Club Náutico de Palma (RCNP) , adonde llegó a media mañana conduciendo su propio coche.
El «Aifos» se encontraba atracado en los pantalanes más cercanos a la cafetería del Náutico y, al cruzarla, el Rey recibió el saludo de amigos y familiares de algunos regatistas. Mochila y abarcas El Rey subió de un salto al velero, estrechó la mano de cada uno de los otros once tripulantes (diez hombres y una mujer), se hizo una foto de grupo con ellos y el barco soltó amarras para dirigirse al campo de regatas. Don Felipe iba vestido con un polo blanco y unas bermudas azul marino - el uniforme de la tripulación del «Aifos»-, calzaba unas abarcas menorquinas del mismo color y cargaba con una mochila.
Conocedora de la inferioridad de las condiciones en las que competía su hermano (barco viejo y poco entrenamiento), la Infanta Doña Elena se hizo ayer a la mar a bordo de la lancha «Somni», para animar a Don Felipe . La Infanta se embarcó acompañada únicamente por sus dos hijos, Felipe y Victoria de Marichalar. Ni Doña Sofía, ni Doña Letizia ni sus hijas, Leonor y Sofía, se acercaron ayer al campo de regatas, aunque es probable que lo hagan cualquier otro día. Quienes ya han abandonado la isla son los cuatro hijos de Doña Cristina: Juan, Pablo, Miguel e Irene , que este verano han pasado en Mallorca unos diez días.
Mientras la Infanta Doña Elena se esforzaba por hacer unas buenas fotografías del Rey al timón del velero, con un impresionante objetivo, su hijo tomaba imágenes a los barcos con el teléfono móvil. Hay que tener en cuenta que intentar hacer fotos con objetivo desde un barco en movimiento y con oleaje produce un gran mareo.
Del mar a la recepciónTras completar esta tercera jornada náutica -la primera con Don Felipe al timón -, el «Aifos» pasó a ocupar el puesto número 20, de un total de 44 , en la clasificación general de su categoría. Después de la dura jornada en el mar, el Rey se t rasladó a su residencia de Son Vent, de donde volvió a salir poco antes de las nueve de la noche, acompañado por las dos Reinas, Doña Letizia y Doña Sofía , con rumbo al Palacio de la Almudaina, donde ofrecieron una recepción a la sociedad balear.
Si sus obligaciones no se lo impiden, es muy probable que el Rey vuelva a ponerse al mando del «Aifos» en los tres días que restan hasta la conclusión de la regata, que este año ha batido su récord de participantes, con 136 embarcaciones. Por ello, Don Felipe afirmó: «Va a ser un trofeo fantástico» .Aunque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , tiene previsto despachar mañana con el Rey en el Palacio de Marivent , este encuentro se celebrará a las siete de la tarde, por lo que en principio no impedirá al Monarca participar por la mañana en la regata.
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