El bautizo de Kala reúne a Carmen Thyssen y su hijo Borja

Un año después de su reconciliación, los Thyssen demostraron en el bautizo de Kala Thyssen-Bornemisza Cuesta , la cuarta hija de Borja Thyssen y Blanca Cuesta , que su relación familiar ha vuelto a encauzarse. La pequeña, que nació el pasado 30 de noviembre , recibió las aguas bautismales en la iglesia madrileña de San Antón , parroquia del padre Ángel, y allí se reunieron los miembros del clan, incluyendo a la ogullosa abuela Carmen Thyssen , que tras perderse el bautizo de dos de sus nietos por sus problemas con su hijo , no quiso volver a faltar en un momento tan importante de la vida de los niños.

Junto a Kala estuvieron sus emociados padres, pero también sus tres hermanos mayores: Sacha, de siete años, Eric, de cinco y Enzo, de dos . La familia al completo decidió posar en la puerta de la iglesia para la prensa, luciendo sus mejores galas. Para la ocasión, Blanca eligió un vestido en tonos rosados con estampados y collares largos. La baronesa optó por un vestido amarillo con volantes y encaje y una flor adornando su pelo, mientras que los tres niños iban vestidos iguales , con trajes de pantalón corto en gris pálido, camisas azules y corbatas oscuras. Kala, la benjamina de la familia y protagonista del día, llevó el mismo traje bautismal que utilizaron con anterioridad sus hermanos .

Entre los 150 invitados que acompañaron a los Thyssen se encontraban caras conocidas como Paloma Segrelles, Susana Uribarri, el nadador David Meca y, por supuesto, Manolo Segura , padre biológico de Borja y gran amigo de Carmen Thyssen . Sin embargo, no pudo verse a las gemelas Carmen y Sabina , las hijas pequeñas de la baronesa . Las dos niñas, que fueron fruto de un vientre de alquiler, fueron adoptadas por la viuda del barón Henri Thyssen en Estados Unidos en el año 2006 . Desde su llegada a España, Carmen Thyssen presentó a las niñas en dos exclusivas, pero siempre ha intentado mantenerlas alejadas de los focos . Por eso, las gemelas estuvieron ausentes en la ceremonia, aunque sí asistieron al banquete de carácter privado ofrecido tras la ceremonia religiosa.