Birgitta de Suecia: «Nunca me han invitado al palacio de Marivent»
La hermana del Rey Carlos Gustavo recibe a ABC en Palma de Mallorca, su hogar desde hace once años. «No echo nada de menos mi país», dice
Birgitta de Suecia le debe su nombre a Santa Brígida, la patrona de los suecos. La hermana del Rey Carlos XVI Gustavo tiene mucho en común con aquella santa medieval, que engendró a otra santa. Ambas descienden de legendarios soberanos escandinavos -la primera estaba emparentada con el rey Magnus Ladulás y la segunda, con el mariscal bonapartista Jean-Baptiste Jules Bernadotte, devenido en Carlos XIV Juan- y dedicaron su vida a viajar por el mundo. La Birgitta actual se educó en un internado suizo y con 24 años dejó Estocolmo para instalarse en Múnich con su marido, el príncipe alemán Juan Jorge de Hohenzollern-Sigmaringen . Más de medio siglo después, Su Alteza Real sigue casada, aunque desde hace una década lleva vida de divorciada en una lujosa urbanización junto al Golf Santa Ponsa II, en Calviá, uno de los municipios más ricos de Europa.
La tía de la Princesa Heredera Victoria de Suecia recibe a ABC a pie de campo de golf. Se mueve por el green como si fuera su casa. De hecho, lo es. Birgitta es uno de los 1.000 socios de este selecto club (el precio de la membresía es top secret) y es íntima de sus propietarios, Miguel y Corona Nigorra. Pero el golf no fue lo primero que la trajo a la isla. «Yo siempre veraneaba en Francia e Italia, pero una vez, cuando mis hijos todavía eran pequeños, vine a Mallorca y me enamoré de su clima, su luz y sus colores. Así empecé a veranear aquí y hace once años me mudé definitivamente», explica en un perfecto inglés («no hablo español», se excusa). «Recién cumplidos los 50 años empecé a practicar golf. Por eso ahora juego a diario, para ponerme al día», aclara. Incluso tiene un torneo que lleva su nombre y que este año cumplirá su 23 aniversario.
En una ciudad plagada de turistas con acento sueco y alemán, Birgitta pasa inadvertida detrás de sus grandes gafas de sol de Jimmy Choo. Parece una más entre las escandinavas que llegan a la mayor de las islas Baleares en busca de un retiro dorado. «Hay tantos extranjeros viviendo aquí que esto ni siquiera parece España», reconoce. «Todos mis íntimos en la isla son suecos (entre ellos figuran Frida Lyngstad, la morena de ABBA). Tengo pocos amigos españoles. No sé en Madrid, pero aquí los lugareños no dejan que los extranjeros nos integremos en sus círculos», añade entre risas.
— ¿Echa de menos Suecia?
-Dejé Estocolmo con 24 años, así que he pasado más tiempo fuera de Suecia que dentro, y no le quiero decir la edad que tengo, pero soy muy vieja... No echo nada de menos, salvo a mi familia, pero he vivido demasiado tiempo fuera como para echar de menos.
-¿Qué le gusta de Mallorca?
-Todo. Es una isla fantástica. Además, mis hijos viven en Múnich y en avión son menos de dos horas de viaje.
-¿Le costó dejar Alemania?
-Fue muy fácil, soy una persona muy fácil porque estoy feliz en cualquier sitio. Tienes que ser capaz de construir tu vida en cualquier lugar. Ahora juego al golf a diario, durante cuatro o seis horas. Mi vida gira en torno al golf.
-Y muy lejos de la Corte...
-¡A años luz! Nací en la Corte y estoy acostumbrada a vivir en palacio, pero no lo echo de menos.
-¿Y a qué se debe su obsesión por el golf?
-El green me mantiene joven y activa.
-¿Ha contagiado a su hermano su amor por Mallorca?
-Ha venido varias veces, pero él no juega al golf, prefiere navegar. Le encanta Mallorca, pero nunca tiene tiempo para venir a visitarme.
-¿Hablan por teléfono o por Skype?
-¿Skype? ¿Yo? (risas). Lo llamo por teléfono, a la vieja usanza. Llamarlo es fácil, lo difícil es que coja. A veces me paso media hora esperando al teléfono y termino colgando. Es muy triste tener un solo hermano varón y que sea rey, porque no puedo contar con él. Con mis hermanas es más fácil. Con ellas hablo a menudo y vienen a visitarme. Los cinco hermanos nos queremos mucho e intentamos estar unidos, aunque no es fácil. Mi hermano nunca tiene tiempo, así que aprovechamos las bodas para ponernos al día. Tengo ganas de verlo.
Verano real
Birgitta no tendrá que esperar mucho más para reencontrarse con su hermano. El próximo 13 de junio el hijo más pequeño del Monarca sueco, el Príncipe Carlos Felipe, se casará con Sofía Hellqvist, la exconcursante de un popular reality show. El enlace, al que están invitadas todas las Casas Reales europeas, se celebrará en la Capilla del Palacio Real de Estocolmo y la tía del novio estará sentada en primera fila junto al resto de la Familia Real sueca. Pese a la solemnidad del evento, aún no tiene vestido para la ocasión. «A mi edad ya es difícil encontrar el estilismo adecuado para estas celebraciones. Aquí en Mallorca no hay tiendas que vendan vestidos para bodas reales», se lamenta.
-¿Le gusta la prometida de su sobrino?
-No conozco muy bien a Sofía. Solo la he visto dos veces. Espero que sea una chica agradable. Pero no puedo decir más, no sería justo. Mi sobrino es un chico excelente, muy bueno y simpático.
-Y la boda coincidirá con el nacimiento del segundo hijo de su sobrina la Princesa Magdalena.
-Nos espera un verano ajetreado.
-¿Es más fácil para un príncipe casarse con una princesa? Usted ha sido la única de los cinco hermanos que se ha casado con un noble de sangre.
-Sí que es más fácil casarse con alguien de la misma condición porque desde que nacemos aprendemos todo lo que requiere este trabajo: cómo comer, cómo sentarse, cómo saludar, cómo hablar, cómo caminar. Los que no nacen en la realeza tienen que aprender todo y les cuesta más. Es un trabajo muy duro.
-¿Ve a su sobrina Victoria preparada para reinar?
-Es una chica fantástica y está muy preparada. Será una reina magnífica. Es perfecta... ha nacido para esto.
-¿Sabe que en España está vigente una Ley Semisálica?
-No lo sabía. Igual no es un problema, vuestros Reyes tienen dos niñas, así que no tienen que enfrentarse a ese dilema. Lo que ocurrió en Suecia no fue nada bueno. Nosotros no tuvimos nada que ver con la abolición de la Ley Sálica, fue el Parlamento el que derogó la ley. Yo estaba con mi hermano en Viena cuando recibió el telegrama en el que se le informó que cambiaba la ley y que Victoria sería su Heredera. Fue muy triste porque Carlos Felipe ya tenía tres meses de vida y había sido nombrado el Heredero. No ha sido fácil porque él sabe que nació para ser Rey y que fue sustituido por su hermana.
-Hablando de la Familia Real española, ¿suele quedar con Doña Sofía?
-Conozco a Sofía desde que éramos niñas y veraneábamos juntas en la isla de Corfú. Mi madre era alemana como la suya. Nos divertíamos como locas. Pero de eso hace ya mucho tiempo. A veces la veo cuando viene a Mallorca.
-¿Ha sido invitada a Marivent?
-No, nunca me han invitado...
-Qué raro.
-Eso pienso yo, y eso que saben que vivo aquí (risas).
-Algunos dicen que la Familia Real española ya no vendrá tanto por aquí.
-A Felipe le gusta navegar, así que seguramente lo seguiremos viendo.
-¿Le gusta la nueva generación de reinas europeas?
-Son todas fantásticas. Máxima, por ejemplo, hace un trabajo excelente, todo el mundo la ama.
-¿Tiene una favorita?
-No puedo decirlo.
-Eso quiere decir que tiene una.
-Quizá (silencio). Por eso no me gusta hablar con la prensa, no necesito hablar.
-Pero sabe que las princesas como usted despiertan cierta fascinación...
-Sí, para eso estamos. Y por eso tenemos que ser amigables con la prensa.
-Lo dice con resignación...
-(Risas). Es que no entiendo la fascinación... pero me halaga que quieran venir a conocerme. Me siento orgullosa de formar parte de la Familia Real sueca.
-Hablando de familia, ¿fue al reciente festejo del 75 aniversario de su prima la Reina Margarita de Dinamarca?
-Ya no me invitan a esas cosas y cuando lo hacen declino. Prefiero jugar al golf que ir a una fiesta con tiara.
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