Una amiga de Miriam de Ungría: «No ha vivido todo esto como un sacrificio»
Una íntima amiga de la viuda de Kardam de Bulgaria cuenta a ABC su silenciosa lucha por el bienestar de su marido
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Aquel fatídico 15 de agosto de 2008 cambió las vidas del matrimonio formado por Miriam Ungría y Kardam de Bulgaria, Príncipes de Tírnovo. El Jaguar en el que regresaban de su casa de campo en Riaza (Segovia) se salió de la N-I por la que circulaban, estrellándose contra un árbol y dando varias vueltas de campana. Ambos resultaron heridos: ella, con diversas contusiones y una fractura de codo; y el Príncipe Kardam, gravemente, pues perdió la movilidad y el habla. En el hospital, la Princesa de Tírnovo destacó por su enorme esfuerzo para superar las secuelas físicas y psíquicas del accidente cuanto antes y poder regresar al hogar familiar para apoyar a sus dos hijos, Boris y Beltrán, que entonces no eran más que unos niños. Afrontó esos duros momentos contándoles a sus hijos siempre toda la verdad sobre el estado de salud de Kardam y su futuro, enseñándoles con su ejemplo a afrontar la situación con entereza y optimismo.
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Miriam reestructuró la casa familiar de Madrid para que su marido estuviera lo más a gusto posible y pudiera recibir los cuidados que, en su estado, fueran necesarios. Además, tras consultar con diversos especialistas, los Príncipes de Tírnovo se trasladaron durante un año a vivir a Teo (Galicia), a una casa que alquiló la propia Miriam. Allí podrían estar cerca de la Fundación Foltra (Fe, Optimismo, Lucha y Trabajo), especialista en rehabilitación de lesiones cerebrales. Kardam recibió un prometedor tratamiento mientras la familia permanecía unida y optimista, como se ha mantenido en todo momento gracias a la entereza y serenidad de Miriam.
Adiós tristeza
Ya de regreso en Madrid, Miriam de Ungría, empeñada en sacar adelante a su familia, desaparece de los photocalls y fiestas de moda, dedicándose casi con exclusividad a cuidar a su esposo mientras hacía de padre y madre a la vez de Boris y Beltrán. Llegó a mostrarse esperanzada sobre la recuperación de Kardam, el amor de su vida, y lo cierto es que jamás se rindió, demostrando un optimismo que servía de pilar a todo su núcleo familiar. El empeño que puso en hacer que en su hogar no se respirara tristeza ni melancolía la llevó a establecer que la familia seguiría haciendo junta actividades cotidianas como cenar o ver películas, acompañados también por Kardam. Además, su casa siempre ha permanecido abierta a los familiares y amigos que desearan visitarles. Hace dos años, cuando Kardam cumplió 50 años, Miriam, una mujer enamorada profundamente, como ha reconocido en más de una ocasión, quiso regalar a su marido y padre de sus dos hijos un cumpleaños muy especial. Decoró con esmero su residencia e hizo que cada persona del entorno de Kardam le mandara fotos felices del Príncipe de Tírnovo para crear un ambiente entrañable y optimista.
A su más que demostrada valía personal hay que añadir un impecable currículum profesional. Licenciada en Historia del Arte, Geografía e Historia por la Universidad Complutense, es además diplomada en Gemología y diseñadora de joyas. Lanzó su primera colección en 1991, y a la vez desde entonces asesora a importantes clientes en la adquisición de piedras como inversión en España, Europa y Estados Unidos. Recientemente daba a conocer, tras mucho esfuerzo, su propia marca de bisutería y joyas, M de U.
Héroes anónimos
Miriam, a pesar de su aspecto frágil, esconde tras de sí una mujer fuerte, valiente y luchadora. Más allá de la complicada situación personal que le ha tocado vivir, siempre ha reservado parte de su tiempo para la solidaridad, como demostró diseñando el anillo «Emociones», cuyos beneficios están siendo íntegramente destinados a la Fundación Menudos Corazones, que ayuda a niños con enfermedades del corazón y a sus familias. Está considerada por muchos como una mujer coraje, pero, según confirma una amiga íntima a ABC, ella no comparte esa apreciación. «Miriam no ha vivido estos años como un sacrificio, de hecho no le gustaba nada que la compadecieran. Los cuidados a Kardam eran naturales para ella, la expresión de su amor y fidelidad al hombre que amaba». Además, en varias ocasiones ha restado importancia a su coraje y serenidad afirmando que cualquier persona de su círculo habría reaccionado de igual forma en su situación, e incluso mejor. Y se acordaba de personas que pasan por lo mismo que ellos con menos recursos. Ellos sí que le parecían héroes.
La vida de Kardam se apagaba el pasado martes 7 de abril , rodeado del cariño de toda su familia. Miriam despedía al amor de su vida con la serenidad y la templanza que la caracterizan, escoltada por su mayor tesoro, Beltrán y Boris, que actualmente tienen 17 y 16 años, respectivamente. En estos duros momentos son el mejor bálsamo para una madre que lo ha dado todo por ellos.