Jennifer Lawrence y Bradley Cooper, amigos sin derecho a roce
Presentaron su tercera película juntos, «Serena» y dieron la clave de su química: «Nada de sexo»
En los tres últimos años han coincidido en tres películas , perfilándose como una de las parejas más cotizadas del cine americano. Aunque entre Bradley Cooper y Jennifer Lawrence no existe, ni ha existido nunca una relación sentimental, basta con que griten «acción» en el set de rodaje para que empiecen a saltar chispas entre los dos actores . Tras compartir guión en «El lado bueno de las cosas» y «La gran estafa americana», regresan con «Serena» , un drama romántico ambientado en los años 20, donde interpretan a dos enamorados emprendedores.
Más de uno se habrá preguntado si existe una fórmula mágica o secreto para mantener viva esa química dentro de la pantalla. La respuesta es concisa. «Nada de sexo», declaró Lawrence durante la presentación de de la nueva película , el pasado sábado en Nueva York. La actriz , de 24 años, optó por un minidress cut out de pailletes firmado por Dior, con el que acaparó la atención de todos los periodistas. Ambos disfrutan trabajando juntos y saben que su relación en la gran pantalla resulta muy lucrativa. De hecho, para esta última producción fue la propia Jennifer quien reclutó a Cooper. «Yo le empujé a que hiciera esta película . Cuando vi el papel masculino me hizo pensar en Bradley. En mi opinión, él es el mejor, y me encanta trabajar junto a él».
Bradley Cooper, que acaba de estrenar soltería tras su ruptura con la modelo británica Suki Waterhouse, también se deshizo en elogios hacia Jennifer. «La respeto mucho como profesional. Como actriz , creo que es la mejor del momento. Aprendo mucho de ella. Uno siempre quiere trabajar con personas que son mejores que él», afirmó el intérprete de 40 años. Además de llevarse a las mil maravillas, también encajan a la perfección en asuntos gastronómicos. Casi nunca discuten a la hora de elegir un restaurante para salir a cenar, según comentaron algunas fuentes cercanas a la pareja. «A los dos les encanta sentarse a la mesa».
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