El chambergo de Máxima de Holanda, el nuevo complemento fetiche de las «royals»
Este tipo de sombrero nació sobre la cabeza del duque de Schönberg y desde entonces nunca más se ha separado de las testas coronadas
A nadie le debe extrañar que la Reina Máxima de los Países Bajos y la Princesa Heredera Mary de Dinamarca hayan lucido idénticos chambergos durante su visita conjunta a la isla danesa de Samsø. Después de todo, este tipo de sombrero blando de copa relativamente baja, con una o las dos alas dobladas, presume de orígenes reales . Nació sobre la cabeza del duque de Schönberg (de ahí chambergo, su nombre españolizado), el mariscal francés que participó en la Sublevación de Cataluña de 1640.
Tras la guerra, la Regente Mariana de Austria adoptó el complemento y su correspondiente casaca para afrancesar al regimiento protector de su hijo Carlos II . Los bautizó la guardia chamberga. Desde entonces, este modelo de sombrero no se ha separado de las testas coronadas. Pero es de justicia decir que la Reina Máxima ya lo utilizaba cuando solo era Máxima Zorreguieta. De hecho, el chambergo, ahora apodado sombrero «Fedora» , es uno de los accesorios preferidos de las niñas bien porteñas que matan sus días de verano entre partidos de polo, duelos de «pato» –otro deporte ecuestre típicamente argentino– y paseos a caballo por las extensas fincas bonaerenses.
La madre de Máxima, la elegante María del Carmen Cerruti, fue quien le enseñó a su hija a combinar estos sombreros con pashminas y «bombachas de campo» (un pantalón resistente de la Pampa argentina). Pero la Reina ha perfeccionado el estilismo, acoplando el chambergo de su juventud gaucha -que no «gauche»- con los vestidos de prêt-à-porter y los pantalones «palazzo» de su soberana madurez. La mezcla ha sido un éxito que ahora sus camaradas imitan con devoción. Mary de Dinamarca es el último ejemplo. Si cabe alguna duda, que hable la fotografía. El reinado del chambergo no hace más que empezar. Chapó.
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