Asegura que fue obligada a mantener relaciones con el Príncipe Andrés cuando era menor

El hijo de Isabel II, amigo del magnate acusado de esclavizar a la adolescente, lo niega «categóricamente»

Asegura que fue obligada a mantener relaciones con el Príncipe Andrés cuando era menor efe

luis ventoso

Las amistades peligrosas del pasado vuelven a enturbiar el presente del Príncipe Andrés, de 54 años, el tercer hijo de Isabel II y quinto en la línea de sucesión al trono británico. Una mujer, cuya identidad se mantiene en el anonimato y a la que la fiscalía denomina Jane Doe 3, ha asegurado en un tribunal de Florida que cuando tenía 15 años fue obligada por el magnate y proxeneta estadounidense Jeffrey Epstein a mantener relaciones sexuales en tres ocasiones con el Duque de York. Los encuentros tuvieron lugar, según la denunciante, en Londres, Nueva York y en la isla privada que posee Epstein, un magnate de la banca de inversión de 61 años, en las Islas Vírgenes estadounidenses. En el último caso el contexto habría sido una orgía con más menores. La noticia ha sido destapada por «Político», un diario influyente de base en Virginia, de fuerte implantación digital y pequeña presencia en papel.

Su antigua y arriesgada amistad con Epstein ya le había provocado quebraderos de cabeza a Andrés en otras ocasiones. En 2008 el financiero fue condenado a dieciocho meses de cárcel -de los que cumplió trece- por mantener relaciones con una prostituta menor de edad. Pero la sombra que lo ha rodeado siempre es que además utilizaba a las chicas para granjearse el favor de personajes públicos de alta influencia en la vida política y económica. Según los acusadores, utilizaba incluso el material de naturaleza sexual para intentar chantajear a los poderosos. En el 2011, la fiscalía federal inició una investigación contra él en un tribunal de Florida, bajo la acusación de abusar de menores obligándolas a prostituirse.

Cuando Epstein salió libre tras cumplir su condena del 2008, Andrés siguió viéndose con él, y ambos compartieron días de asueto en sus respectivas residencias. Pero la prensa británica logró fotografías que daban prueba de esas citas con un personaje caído en desgracia por sus abusos de menores. Ese escándalo obligó al ex marido de Sarah Ferguson a dimitir en 2011 de su cargo de embajador especial del Reino Unido para asuntos comerciales y de promoción exterior. Desde entonces Andrés, antiguo piloto militar que llegó a combatir en las Malvinas, se dedica a tareas de representación de la casa real, relacionadas sobre todo con la educación y el emprendimiento.

El Príncipe y su entorno han optado en los últimos años por una política de silencio cuando volvían a emerger historias vidriosas sobre su relación con Epstein, en la esperanza de que el paso de los días las iría diluyendo. Pero esta vez, dada la gravedad de las acusaciones, un portavoz ha dicho en nombre del Duque de York que “para que no quepa la más mínima duda, cualquier sugerencia de comportamiento impropio con menores es categóricamente falsa”. El portavoz palaciego también ha recordado que el Duque de York no forma parte del proceso judicial en curso en Florida, lo cual es cierto, porque no está acusado de nada, aunque su nombre haya salido tangencialmente a colación.

Jeffrey Epstein, nacido en Brooklyn e hijo de inmigrantes judíos, inició su carrera profesional en Bear Stearns, pero pronto fundó su propia compañía, con un enorme éxito, que lo hizo multimillonario y le abrió las puertas más inaccesibles. Según la denuncia de Jane Doe 3, el magnate la instruyó sobre cómo tenía que atender al Duque de York y le exigió que aceptase cualquier cosa que le pidiese. La chica asegura que fue tratada como una esclava sexual durante más de un año, hasta que en 2002 logró escapar. Según los papeles de la fiscalía a los que ha accedido «Político», «Epstein también traficó con Jane Doe 3 con propósitos sexuales para otros hombres poderosos, incluidos numerosos políticos americanos prominentes, poderosos ejecutivos, presidentes extranjeros, un conocido primer ministro y otros líderes mundiales». Lógicamente, si se acaban filtrando esos nombres, el escándalo cobrará una enorme dimensión. Jane Doe es denominada la número 3 porque hay otras dos chichas que han testificado contra Epstein en términos similares.

Según los documentos judiciales, el Príncipe Andrés habría hecho esfuerzos para buscar un acuerdo con la fiscalía favorable a Epstein. Otro acusado de formar parte de la trama ha pretextado que todo son invenciones de la joven, que trataría de «extorsionar» a Epstein. Jane Doe 3 replicó a esa acusación con unas declaraciones a «The Guardian»: «Ese tipo de ataques agresivos hacia mí son exactamente la razón por la cual las víctimas de abusos sexuales guardan silencio y el motivo por el que yo lo hice también durante largo tiempo. Esa tendencia debe cambiar. Yo no me voy a quedar intimidada y en silencio».

El Príncipe Andrés, nacido en el palacio de Buckingham en febrero de 1960, se casó en 1986 con la controvertida Sarah Ferguson, de la que se divorció diez años después. Son padres de dos hijas y su ajetreado matrimonio fue pasto de las revistas del corazón y la prensa amarilla.

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