El nuevo Buckingham de la Jequesa de Qatar

La mujer del antiguo Emir de Qatar une tres edificios de Londres y crea la residencia privada más cara del país: 254 millones de euros

El nuevo Buckingham de la Jequesa de Qatar

luis ventoso

Los españoles han sido omnipresentes en este puente en Londres, un indicio de confianza económica. Uno de sus clásicos es Harrods, en apariencia la quintaesencia de los grandes almacenes ingleses. Pero hoy Harrods es catarí. Hace cuatro años se lo compraron por 1.900 millones al magnate egipcio Al Fayed, el padre de Dodi, el amor fatal de Diana.

El Reino Unido es una economía totalmente abierta. Hoy el Emir de Qatar y su fondo soberano, QIA, poseen más propiedades en Londres que la propia corona británica. «La Esquirla», el fantástico rascacielos de Renzo Piano, el más alto de Europa, es catarí, como muchos de sus hermanos del «skyline» de Canary Wharf. También son los dueños de la Villa Olímpica y del 20% de los supermercados Sainsbury’s. Qatar está metido hasta en el Londres alternativo: el mercado modernillo de Camden Town es en parte suyo. Y lo que es más serio, los británicos no pasan frío gracias a Qatar, su proveedor de gas.

Estos antecedentes explican que un premier tras otro adulen a los mandatarios del pequeño sultanato, de 2,1 millones de habitantes y con la mayor renta per cápita del mundo. Se obvia el detalle de que allí rige la «sharia» y de que la familia Al Thani manda con mano rotunda desde hace 150 años. La única cuita con Qatar es que los acusan de haber comprado con sobornos el Mundial 2022, privando de él a Inglaterra. Una afrenta nacional. El fútbol sí es sagrado.

Otra joya más

Ahora Qatar tendrá su pequeño Buckingham, un palacio reformado con vistas a Regent’s Park, la zona donde también buscan casa Brad Pitt y Angelina Jolie. El año pasado la Familia Real adquirió por 190 millones de euros los números uno, dos y tres de Cornwall Terrace, gestión que dirigió la Jequesa del turbante, Sheikha Mozah bint Nasser, de 55 años. Es la segunda de las tres esposas del Emir Hamad, de 62, que abdicó el pasado año en favor de uno de los hijos de ambos, Tamim, formado en el Reino Unido, incluido un paso por la academia militar de Sandhurts, que por ecos coloniales fascina a los árabes.

Ahora la Jequesa mantiene a una flota de arquitectos, decoradores y abogados trabajando en la unión de los tres edificios, lo que dará pie a un palacio. De hecho el conjunto fue concebido en 1820 por John Nash, el arquitecto del verdadero Buckingham, y por su discípulo Burton. Cuando acabe de tirar los tabiques, que diríamos las clases populares, la Jequesa y su familia gozarán de una vivienda de 3.000 metros cuadrados, con planta subterránea y tres superiores y una gran terraza, con jardín italiano en mármol con filigranas.

El palacio, que servirá de residencia al nuevo Emir, de 34 años, se convertirá en la vivienda privada más cara del Reino Unido, valorada en 254 millones de euros. No faltará de nada y casi resulta ocioso enumerar sus lujos: treces dormitorios, once salas, nueve baños, spa, gimnasio, piscina, bodega, salas de juegos y una estancia para fumar. La temperatura interior será de 23 grados. Una propiedad más para la colección. El mes pasado se compraron unas islas griegas.

Las bombas del «Blitz» de Hitler destrozaron Cornwell Terrace. En los setenta decayó y sufrió hasta una okupación hippy. Ahora el cannabis y el pachuli dejarán pasó a extensos vestidores con los Armani Privé, Chaneles y Diores de la Jequesa. Paradojas de la globalización.

El nuevo Buckingham de la Jequesa de Qatar

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación