patricia sánchiz castañé
«Para decorar la casa de Felipe VI me inspiré en las autonomías»
Diseñó el pabellón del Rey. Pese a que es una interiorista famosa, estudia cada día
Se llama Patricia Sanchiz Castañé (52 años) y es una interiorista de renombre. Entre sus clientes figuran destacados banqueros, empresarios y deportistas de élite a los que no menciona con nombre y apellido porque es una persona extremadamente discreta. Supo desde niña que necesitaba rodearse de creatividad por lo que decidió estudiar interiorismo. Sánchiz destacó enseguida por su talento, no había terminado aún sus estudios cuando le encargaron su primer proyecto importante.
A los pocos meses montó su propio estudio y ocho años más tarde fue seleccionada para decorar el pabellón donde aún reside Felipe VI -entonces Príncipe de Asturias- que se levanta en el recinto del Palacio de La Zarzuela. Se trata de una vivienda de aspecto más o menos rural, que dista un kilómetro de la de sus padres. «Fue una verdadera sorpresa. Reconozco que decorar la casa de Don Felipe ha influido en mi carrera profesional. Pero lo viví con mucha naturalidad», admite. La planta de la calle del pabellón, con 568 metros cuadrados, alberga la parte «oficial». A ella se accede desde un diminuto jardín con un estanque de tres surtidores. Una pequeña entrada, con suelo de granito y madera, da acceso al vestíbulo, distribuidor de las estancias, del que sale una amplia escalera de caracol, con barandilla de hierro y madera de aire modernista, por la que se accede a la planta de arriba, a la planta privada, donde está la verdadera vivienda del Rey.
Sanchiz trabaja su base cultural día a día estudiando las distintas épocas y estilos: «Me encanta documentarme para poder decorar con criterio cualquier estilo». Le corre por las venas la creatividad ya que también se encarga de diseñar muebles a medida para sus clientes y en alguna ocasión ha diseñado joyas. En la actualidad se siente a gusto decorando según las tendencias de moda y continúa teniendo mucho interés por aprender. Su inspiración son las obras de jóvenes interioristas como su propia hija, los viajes o la propia calle.
Patricia se encargó de decorar toda la planta principal, el baño del actual Rey y el que actualmente utiliza la Reina Doña Letizia. «El hall está hecho a doble altura por lo que tuve que diseñar además las puertas, las cornisas y la barandilla».
Los pavimentos también los creó Patricia a medida utilizando mármol con incrustaciones en madera. «Dentro de que era un proyecto clásico quise usar técnicas novedosas: como las incrustaciones con cáscara de huevo y laca. Todo de forma sobria. En la decoración utilizó marquetería de paja, un material novedoso en España y versátil que permite mezclar tonalidades, teñirse, hacer dibujos… Es el único proyecto de mi vida que perdurará siempre, y eso es un orgullo», reconoce.
«Me inspiré en motivos de las distintas Comunidades Autónomas de España. En ciertas zonas están representados árboles como los naranjos o el olivo; y los mosaicos de los baños están inspirados en Gaudí», explica. De los dormitorios de la casa y el resto de cuartos de baño se encargó el prestigioso decorador Francisco Muñoz, ya fallecido. En la casa, de estilo clásico, se emplearon algunas piezas propiedad de Patrimonio Nacional, que ella seleccionó personalmente. «Estuve yendo a Patrimonio todas las semanas durante tres años para ver todos los objetos que nos ofrecían, auténticas joyas», recuerda.
Don Felipe se implicó hasta en último detalle de la decoración de su casa. Se buscó crear un espacio lógicamente representativo, a la par que cómodo y sobre todo austero.
La cercanía del actual Monarca y su memoria privilegiada destacaron durante los años que duraron las obras. Patricia recuerda algunas anécdotas divertidas. «Me acababa de comprar un bolso con un maravilloso cierre de nácar, y subiendo a una azotea detrás de Don Felipe lo golpeé pulverizándose todo el nácar. Tuve que disimular y hacer como si no hubiera ocurrido nada».
Actualmente Patricia además de realizar importantes proyectos en nuestro país, realiza trabajos en Londres, Nueva York o Moscú, que recogen prestigiosas revistas internacionales como la edición americana de «Elle Decor». Y concluye: «Mi mayor satisfacción es cuando veo a mis clientes pletóricos».