Amador Mohedano: ese hielo que se derritió en las manos de Rosa Benito
El hermano de Rocío Jurado dice que ya se ha acostumbrado a vivir sin la que fue su esposa
«Creí que no iba a decir esto nunca pero ya me he acostumbrado a vivir sin Rosa». Fue la frase que confirmó el final de una relación, la de Amador Mohedano y Rosa Benito. Antes, esta pareja nos había hecho regalos directos e indirectos. Directos cuando ella fue a verle a Honduras, porque Amador sale de Chipiona pero si es para participar en algo: en un plató, en un sarao o, en aquella ocasión, en Supervivientes. Era mediados de mayo y llevaban cinco meses separados, entonces Amador se vio condenado a la retórica femenina de la amistad infinita: «No quiero nada contigo, te veo como un amigo», le dijo Rosa al llegar. En aquella misma cita a cámara abierta, la colaboradora televisiva iba con todo y no dudaba en confirmar que estaba «preparada para seguir con caminos separados». Tanto fue así que no se sabe si viajó hasta él para darle una alegría o para sumar a las carencias propias del náufrago las patologías típicas del tormento sentimental. «Yo estoy más nervioso porque no me lo esperaba. Al verla me ha dado un vuelco el corazón y me han dado muchas ganas de darle un beso y abrazarla», decía entonces el hermano de Rocío Jurado, agotando cartuchos.
Sin embargo, Mohedano acudía este miércoles por la noche al programa de Telecinco «Hay una cosa que te quiero decir», al que Jorge Javier Vázquez se reincorporaba como presentador . Y fue allí, quizá animado por la presencia de su amigo, el guitarrista Paco Cepero, cuando Amador se reafirmó en lo que Hughes ya describió en las páginas de ABC como su «kit de la felicidad mínima». El padre de Chayo Mohedano (regalo indirecto del matrimonio), no titubeó: «Ella decidió vivir su vida y a mí no me ha quedado más remedio que vivir la mía. Ahora estoy muy a gusto en mi finca». Cepero explicaba entonces la pena que le daba ver que un matrimonio se rompía, y más cuando «los dos son personas muy queridas». «Tú tienes muchas cualidades para levantarte y para volver a trabajar y yo te voy a echar una mano», añadía el músico.
En la periferia del matrimonio, Marisa Rejano, examante y pareado de apellidos del chipionero, aseguró que Rosa sigue «muy enamorada de él». De ser así, quizá Benito se condene por haber dejado escapar al hombre con el que más años ha compartido su vida. Y quizá esto lo cuente y Amador vuelva a salir de Chipiona para responderle, plató tras plató, hasta el fin de los tiempos.
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