Julián Muñoz: el amor equivocado de la viuda de España

Isabel Pantoja y Julián Muñoz se vieron por última vez el 16 de abril de 2013. Entre la frialdad de una sala de juicios y la soledad proyectada por los abucheos a las puertas del juzgado, la tonadillera dio por concluida su relación con «Cachuli», pese a que después le hiciera un par de visitas a la cárcel. Siempre se ha dicho que «por amor se hacen locuras», por esta razón Pantoja ingresará en prisión al cometer un delito de blanqueo de capitales .

Un final que ninguno de los dos esperaba cuando se conocieron a finales de enero de 2003. La atracción entre ambos era algo que se rumoreaba entre los círculos cercanos a Cantora y a Maite Zaldivar, la mujer de Julián Muñoz. Sus fuertes sentimientos propiciaron encuentros a diario y de allí a la rumorología andaluza había un paso. «No es intención de Maite y de Julián separarse», comentó el alcalde de Marbella en una rueda de prensa. Pero la discreción no fue una de las grandes virtudes de Muñoz, que después de aquel desmentido, en el que recordaba que llevaba 25 años casado con su mujer, salían a la luz unas imágenes en las que Julián se fundía en un romántico beso con la tonadillera. Ella con un traje de flamenca azul cielo, una flor y pitillo en mano. Él, con una camisa fresa, un sombrero y un cigarrillo. Sentados en un banco, olvidaron quiénes eran y de dónde venían. Porque solo querían estar juntos.

Desde aquel momento, las muestras de amor y cariño en público fueron constantes. «Te quiero y te querré para toda la vida», le cantaba Pantoja en un acto rodeados de gente. Pero no fue hasta El Rocío cuando decidieron dar por concluida la clandestinidad. Isabel estaba enamorada y se le notaba. Jamás había demostrado en público sus sentimientos por nadie. Nunca había dado besos, ni abrazos. Pero Isabel estaba más feliz que nunca. Trataba a los medios con simpatía y naturalidad. La pareja había comenzado un frenético ritmo social que descubriría a la Pantoja más espontánea. «Estoy con él como en una nube, y no me gustaría bajarme de esa nube», sentenciaba la tonadillera, que no se separó de su novio cuando se presentó en el ayuntamiento una moción de censura para que dejase el gobierno. Imágenes rocambolescas que no vaticinaban una ruptura por la detención del exalcalde de Marbella por malversación de caudales públicos. Ahora, el triángulo amoroso se cierra con Julián Muñoz en la cárcel, su exmujer también condenada y con la inminente entrada en prisión de su «gitana», la reina de Cantora: Isabel Pantoja.